El consumo de drogas entre la población militar ha descendido levemente (seis casos menos) con respecto a 1989, ya que según el plan durante el pasado año fueron detectados en los cuarteles militares 3.761 consumidores, entre los que destacan los de cannabis y opiáceos.

El número de reclutas que necesitó tratamiento en hospitales por adicción también descendió con respecto al año anterior, ya que el internamiento hospitalario afectó a 2.938 ersonas, de las cuales 1.034 por consumir cannabis, 948 opiáceos, 305 cocaína y 203 anfetaminas. Sólo hubo un caso de muerte por sobredosis.

Respecto a la droga intervenida en los cuarteles españoles, las cifras revelan que fueron aprehendidos 135 kilos de cannabis -frente a los 5 kilos del pasado año-, 65,5 gramos de opiáceos, 101,5 gramos de cocaína, 221 gramos de alucinógenos, 214 de anfetaminas y 19 de otras sustancias.

Los casos registrados de militares detenidos por tráfico de drogas ascienen a 109, 48 más que el pasado año, y 104 pasaron a disposición judicial.

Por tenencia fueron descubiertas 822 personas, mientras se les impuso faltas leves a 2.395 y graves a 55.