Según Cáritas India, unos 46 distritos del país han sido afectados por las lluvias torrenciales y la población damnificada asciende a unos 45 millones de personas. La organización calcula que el número de muertos supera los 600 tan sólo en los estados de Bengala Occidental y Bihar. Además, como mínimo 300 personas permanecen desaparecidas en Bengala Occidental.

Esta organización humanitaria advierte también de la pérdida de rácticamente toda la cosecha de cereal de la zona y el peligro de que los campos de cultivo pierdan su fertilidad a causa de la arena y el lodo que ha cubierto el terreno.

La Iglesia ya ha movilizado sus recursos en las zonas afectadas. La mayor necesidad es de comida, aunque los habitantes de estas áreas han perdido todo, por lo que también son necesarias ropas y enseres domésticos de primera necesidad.

Los más afectados por el desastre han sido las capas más pobres de la sociedad, que han vistobarridas sus chozas por las aguas. Asimismo, gran cantidad de personas están enfermas y precisan asistencia médica.

Cáritas Española aprobó el pasado martes una primera ayuda de emergencia de 10 millones de pesetas para los damnificados por estas inundaciones y lanzó una campaña de recogida de fondos entre la población española para ayudar a los millones de afectados.