El paro, que comenzó a las cero horas de hoy y se desarrolla con toda normalidad, ha sido convocado por los sindicatos con representación en Renfe por lo que consideran el desmantelamiento de la red de ferrocarriles en la región.

La compañía ferroviaria no aceptó la propuesta de servicios mínimos propuesta por los sindicatos convocantes, que proponían que circulase un total de cuatro comboyes en horas punta, al igual que durante la pasada huelga general.

La falta de acuerdo ente ambas parte y el silencio mantenido por la Delegación del Gobierno provocó que la compañía anunciase la suspensión del servicio durante toda la jornada. Esta situación afecta a todos los trenes nacionales, tanto de llegada como de salida.

Gonzálo Barredo, presidente del comité de empresa, ha señalado que el paro se desarrolla con toda normalidad y la única nota destacable es la inactividad de los trenes de Renfe, "lo que da una muestra del interés de la compañía por el servicio que presta en esta reión".

El comité de empresa de Renfe en Cantabria, formado por representantes de CC.OO, UGT y CGT, mantiene que esta jornada reivindicativa pretende defender el patrimonio de la compañía en la región, estimado en unos 20.000 millones de pesetas.

Asimismo, los trabajadores solicitan una gestión eficaz que garantice la rentabilidad económica y social de la compañía y la viabilidad de los 540 empleo que componen la plantilla de la región.

Por su parte, la dirección de Renfe ha aprovechado la jorada pra difundir las cifras de las inversiones que la empresa realiza en Cantabria. En ellas destacan los 2.300 millones de pesetas destinados a ampliar el control de tráfico centralizado y los 100 millones para continuar la mejora de la estación de Santander.