CAÑELLAS. (CRONICA RESUMEN).EL PP BALEAR MUESTRA SIGNOS DE DIVISION TRAS LA EXIGENCIA DE AZNAR DE QUE CAÑELLAS DIMITA

- Rosa Estarás, vicepresidenta del Gobierno balear, se perfila como "delfín" de Cañellas y su posible sucesora

PALMA DE MALLORCA
SERVIMEDIA

La unanimidad mostrada ayer el PP de Baleares contra la dimisión de Gabriel Cañellas se tornó hoy en división, tras la determinación mostrada por José María Aznar de dar por bueno su cese como presidente del Ejecutivo autónomo y como líder regional del partido.

Las voces más firmes en defensa de Cañellas fueron as de la diputada autonómica Pilar Ferrer y el presidente del partido en Ibiza, Mariano Matutes, particularmente la primera, que resaltó que la facultad de admitir la dimisión corresponde a los parlamentarios regionales, y no a la dirección del partido.

En la tesis contraria se alinearon el secretario general del PP de Ibiza, Manuel Alonso Fernández Revuelta, para quien Cañellas debe irse si Aznar se lo pide, y la diputada por Menorca Carlota Alberola, que apeló a la "disciplina de partido" por encimade cualquier otra consideración.

La gran mayoría de los diputados autonómicos del PP balear que han sido consultados hoy por Servimedia dudan que la dirección del partido expulse a Cañellas en caso de negarse a dejar la presidencia del archipiélago, y apuestan por una dimisión voluntaria para cerrar la crisis de entendimiento entre las direcciones nacional y balear.

La impresión más extendida es que el Grupo Parlamentario del Partido Popular de Baleares sigue considerando a Gabriel Cañellas como residente regional y entiende que sólo a los diputados autonómicos corresponde aceptar su dimisión, que rechazaron ayer, según explicaron a Servimedia fuentes del citado grupo.

El PP balear cree que José María Aznar se precipitó al asegurar ayer que aceptaba las "dimisiones" de Cañellas, ya que a él sólo le correspondería aceptar el cese como presidente del Partido Popular de Baleares.

Mariano Matutes, presidente del PP de Ibiza y Formentera, dijo hoy que la dirección nacional del PP "se ha ensañdo con Cañellas, ya que creo que a pocos meses de las elecciones generales las acciones tienen que ser ejemplarizantes".

Matutes aseguró que no entiende las declaraciones de su número dos, el secretario general del PP de Ibiza, Manuel Alonso Fernández Revuelta, que dijo en la Ser que Cañellas "debe dimitir y obedecer al partido y que, si se lo pide Aznar, debe irse a casa como hizo Fraga en su día".

Fernández Revuelta señaló que hay que mantener la unidad del PP por encima de todo y precisó que "o entiendo que por defender a una persona, sea quien sea, el PP se rompa; el PP está por encima de las personas".

DISCIPLINA

Por su parte, la diputada autonómica del PP por Menorca Carlota Alberola apeló esta mañana a la "disciplina de partido" y, aunque defendió la continuidad de Cañellas como presidente del Gobierno balear, señaló que "estamos en una disyuntiva que debe resolverse teniendo en cuenta que estamos encadenados a un partido a nivel nacional y, por tanto, por muy dolorosas que sean alguas decisiones las tenemos que aceptar".

Por contra, también diputada autonómica Pilar Ferrer declaró expresamente esta mañana que "nosotros como grupo no aceptamos ninguna dimisión porque siempre hemos pensado que aquí en Baleares los votos siempre han sido y son de Gabriel Cañellas".

Agregó que "nosotros nombramos a Cañellas presidente de la comunidad autónoma con nuestros votos, que somos los representantes del pueblo balear en el Partido Popular", y precisó que "los 31 diputados que somos le vtamos a él, por lo que Cañellas tiene que presentar sólo a nosotros su dimisión, que como ya se sabe no le ha sido aceptada".

Gabriel Cañellas, quien anoche asistió a una cena oficial con los ministros de Transportes comunitarios, declinó hacer valoraciones sobre la decisión de Aznar de dar por buenas las dimisiones que había presentado. Cañellas se remitió a la decisión de la Junta Regional de su partido y de su grupo parlamentario, que horas antes rechazó su dimisión.

El todavía presidente baler pasó esta mañana en su domicilio particular en la localidad mallorquina de Buñola. A pesar de ser él quien personalmente coge el teléfono para atender las llamadas de los periodistas, rehusa hacer cualquier tipo de declaración.

Si finalmente se consuma la dimisión, el Parlamento Balear dispondrá de un plazo de quince días para abordar la designación de un nuevo presidente de la Comunidad Autónoma de Baleares. Rosa Estarás, de 30 años, vicepresidenta del Gobierno balear, se perfila como "delfín" de Cñellas y su posible sucesora.

INADECUADO

Sobre esta crisis, el presidente de la Confederación de Asociaciones de Empresarios de Baleares (CAEB), José Oliver, declaró hoy Servimedia que "no sería bueno" para el archipiélago que Gabriel Cañellas abandonara la presidencia autonómica.

Oliver aseguró que no ha cambiado de opinión en este asunto, por lo que se remitió a unas declaraciones realizadas días atrás, en las que calificó de "inadecuada" la decisión de José María Aznar de pedir la dimisión d Cañellas para zanjar el caso del Túnel de Sóller.

Por su parte, el secretario general de UGT en Baleares, Lorenzo Bravo, declaró a Servimedia que Cañellas se comporta como un "caudillo" y está haciendo valer el refrán de "no es lo mismo predicar que dar trigo".

A su juicio, la crisis abierta obedece a la "forma caudillista de gobernar en Baleares de Cañellas, a las viejas formas antidemocráticas y socialmente insensibles". Agregó que la crisis debe resolverse con medidas contundentes desde Madri para evitar que "políticos como Cañellas, cogidos en un renuncio, se aferren al poder".

(SERVIMEDIA)
16 Jul 1995
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