La cineasta catalana viajó hasta las ciudades de Copenhague y Sarajevo para visitar dos de los centros de rehabilitación creados por Inge Genefke, fundadora del Consejo Internacional de las Víctimas de la Tortura.

Esta organización no gubernamental mantiene una red de más de 200 centros de rehabilitación repartidos por todo el mundo, donde se presta atención a las víctimas de la tortura.