Durante su intervención en un máster organizado por la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, Camps indicó que el Pacto de Toledo -suscrito en 1995 por todas las fuerzas parlamentarias- es "uno de los mayores activos de la democracia española".

Según apuntó el responsable de Seguridad Social, dicho acuerdo, junto al consenso alcanzado con los agentes sociales en materia de protección social, "ha permitido garantzar y sostener el sistema", así como adaptarlo a la constante evolución de la Seguridad Social, "que es muy viva".

El Pacto de Toledo establece 15 recomendaciones, entre ellas la obligación de renovar cada cinco años su contenido. Por este motivo, la Comisión No Permanente del Pacto de Toledo trabaja en la renovación de estos principios, a los que se podría añadir, según indicó Camps, alguna referencia a la atención a personas dependientes, como uno de los retos de la Seguridad Social para los próximo años.