Así lo dijo Campa durante su intervención en un foro organizado por el periódico ‘Cinco Días’ con motivo de su 45 aniversario.

El presidente de la EBA comentó que con la subida de los tipos de interés y el impacto que tiene en forma de ralentización económica, se producirá una “disminución de la calidad crediticia o incremento de la morosidad”, aunque “todavía no se ha manifestado”.

Indicó que la ratio de morosidad ha bajado, aunque los créditos dudosos en fase dos, la previa a declararse en mora, sigue en “máximos históricos” desde la pandemia, en el 9%, por la rotación de los deudores. Explicó que al inicio de la pandemia, esos dudosos correspondían a las empresas más vulnerables, después pasaron a ocupar ese lugar los sectores más expuestos al comercio internacional, posteriormente fue el sector energético por el impacto de la guerra, y ahora ocupan el lugar los más expuestos a la inflación.

Campa destacó que el deterioro de la calidad del crédito es una de las vulnerabilidades para el sector bancario y la rentabilidad es “el punto más débil”. No obstante, sobre esta última dijo que el año pasado fue del 8% en el caso de la banca europea y se quedó “muy cercana o incluso por debajo del coste de capital”.

Sobre la liquidez del sector, destacó que será “menos boyante a futuro” por la devolución de la financiación a largo plazo Tltro al Banco Central Europeo (BCE), lo que supondrá para algunos bancos “acudir al mercado” para sustituir esos recursos. Aun así, indicó que el 56% de los activos líquidos de los bancos son de máxima liquidez.

En términos generales, el presidente de la EBA resaltó que el sector bancario se encuentra “bien” en capital, solvencia y liquidez en un entorno “difícil donde hay mayores probabilidades de mayor persistencia” de la subida de los tipos de interés.