El pasado jueves se conoció el deseo del ministro de Defensa, José Bono, de sustituir a Dezcállar por el que hasta ahora ha sido su consejero de Industria en Castilla-La Mancha, Alberto Saiz.

Ese mismo día, algunos portavoces socialistas insistían en que no se podía confirmar el relevo del jefe de los servicios secretos, que depende adinistrativamente del ministro de Defensa pero despacha regularmente con el Rey y con el presidente del Gobierno.

Durante la etapa de oposición del PSOE, Jorge Dezcállar, diplomático que ocupó altos cargos en el Ministerio de Asuntos Exteriores durante la etapa de Felipe González, el responsable del CNI ha mantenido diversos encuentros reservados con el propio José Luis Rodríguez Zapatero y, más regularmente, con Alfredo Pérez Rubalcaba.

El CNI se vió en el centro de la controversia desde que el gbierno de José María aznar, en un Consejo de Ministros celebrado el 18 de marzo, cuatro días de las elecciones, decidió desclasificar dos informes redactados por el centro en las horas posteriores a los atentados del 11-M.

En esos texto, el centro apuesta claramente por ETA como autora de los atentados en la red de trenes de Cercanías de Madrid, lo cual fue usado por el Ejecutivo Aznar como argumentó de que no mintió a la ciudadanía.

Las fuentes consultadas hoy por esta agencia argumentan que el obierno tiene en estos momentos prioridades más importantes, como la propia puesta en marcha de la Administración.