En una entrevista concedida a Servimedia, Asensio incidió en que quienes ocupen el poder ejecutivo en la nueva legislatura sean “estrategas” y piensen “en España y en los españoles”.

Asensio, que renovó recientemente para un segundo mandato al frente de la Cámara de Madrid, advirtió de que la “inseguridad jurídica” y la inestabilidad institucional no son “buenas” para la economía y “menos para atraer inversión extranjera”.

En este punto, insistió en que se piense en el país “a largo plazo” y en que “unido es más fuerte”, en un momento en el que corre el plazo para la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el socialista Pedro Sánchez negocia también los apoyos a su candidatura con los independentistas catalanes dado el endiablado resultado de las elecciones generales que no arrojaron claridad sobre quiénes gobernarán o si incluso pueden repetirse los comicios.

Al ser preguntado sobre si el ‘impasse’ político está pasando factura a la economía, Asensio destacó que “siempre afecta”, aunque “la sociedad vamos al margen de la política” y “tenemos que seguir hacia adelante”. En “determinadas inversiones” admitió que el parón político está teniendo un efecto, mientras discurren otras “circunstancias” como el alza de la inflación y los problemas de suministros por los semiconductores. Precisamente sobre la inflación, Asensio pronosticó que en la segunda parte del año se moverá entre el 2% y el 2,5%, niveles que consideró que son “gasolina” para mover la actividad económica.

FISCALIDAD

Otro asunto en el foco es la fiscalidad en la que el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid defendió una “gestión eficiente”. A su juicio, hay “poco margen de actuación” por parte de España dado el nivel de déficit -el 1,24% del PIB para las administraciones públicas- y deuda pública -113,1% del PIB- que posee y las nuevas reglas fiscales que se están definiendo en Europa, una vez que se han dado por superados los peores momentos para las familias y las empresas derivados de la pandemia.

“Si Europa nos aprieta mucho, tenemos que ver la salida, no es fácil subir más la presión fiscal”, apuntó. “Hay que controlar el déficit, las sobre-estructuras hay que hacer que sean más eficientes” valiéndose de la digitalización y “dar equilibrio al gasto” procedente del endeudamiento, recetó.

También indicó que el coste de los intereses de la deuda asciende a 50.000 millones de euros al año, recursos que servirían para “muchísimo” si se dedicaran a otras partidas. A este coste se suma en el de las pensiones, que “tenemos que pagarlas, como es natural”, con lo que Asensio concluyó que hay que buscar “fórmulas de equilibrio” para devolver la deuda y que no sea “a base del bolsillo y la caja de los españoles y de las empresas”.

Respecto a que las nuevas reglas fiscales se adapten a la situación de cada país, como pretende España, Asensio se alineó con esta postura y con medidas “muy rigurosas” para no aumentar la deuda.

Sobre la fiscalidad en la Comunidad de Madrid, señalada por el Gobierno central por aplicar bajos impuestos, Asensio defendió la política de la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, de que “menos es más” y “con menos presión fiscal hay más dinero en las empresas y en el bolsillo de los madrileños”, lo que lleva a “más actividad, más empleo, menos gasto”. “Madrid ha demostrado que en el marco legal que le permite le ha hecho ser más eficiente en la gestión” y “recaudar más por incremento de la actividad”, subrayó. Bajar impuestos “no es cuestión de ‘dumping’, de paraíso fiscal”, sino de “eficiencia”, según resaltó Asensio.

CASO FERROVIAL

Por otra parte, al ser preguntado por el traslado de la sede social de Ferrovial a Países Bajos, el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid se declaró defensor del libre mercado y respaldó el movimiento resaltando que “se ha demostrado con el tiempo que no había ninguna otra intención” distinta al interés económico de cotizar en la Bolsa de Estados Unidos.

Además, Asensio criticó que el asunto “se magnificó” y se convirtió en un tema “político” y, en su opinión, “no debemos mezclarlo”. Cuando se anunció el movimiento a finales de febrero de este año, el Gobierno acusó a Ferrovial de desleal por considerar que "le debe todo" a España, mientras que la empresa argumentó la operación en la imposibilidad de cotizar en Estados Unidos desde España y explicó que “la solidez financiera y la estabilidad son dos grandes fortalezas de la economía neerlandesa”.