En declaraciones a Onda Cero, recogidas por Servimedia, Calviño calificó de “muy útil y productivo” el encuentro que tuvo este miércoles con los agentes sociales, y dijo que la actitud de estos de situarse “alineados” con el Gobierno para negociar esa contención de rentas constituye una nueva “muestra de compromiso que hay que poner en valor”.

Calviño quitó importancia a que la vicepresidenta Yolanda Díaz no estuviera en la reunión por motivos de viaje y dijo que lo importante es que el Ejecutivo viene trabajando unido con “política coherentes y reformas progresistas”, “más allá del folclore político que tanto gusta en Madrid”.

Explicó que el Gobierno pide un pacto de rentas a tres años porque es la “senda” de tiempo que "nos permite tener seguridad jurídica y una visión clara de una subida moderada de salarios y márgenes empresariales”, y cree que ese margen de tres años también la comparten los agentes.

Calviño manifestó que aunque la subida del salario mínimo es formalmente una cuestión independiente de la contención de rentas, “lo lógico es que la decisión sobre el SMI forme parte de ese pacto de rentas, porque es uno de los elementos importantes sobre la evolución de las rentas salariales”.

La vicepresidenta insistió en que pese al momento de complejidad actual, no ve un riesgo de que España entre en recesión a final de año, “y ningún organismo tiene ese escenario para España”, y reiteró la confianza del Ejecutivo en que el segundo trimestre del año se acelere la recuperación vista en el primer trimestre.

Calviño hizo un llamamiento a la oposición para que “arrime el hombro” ante los retos que tiene el país, en lugar de “estar constantemente vaticinando una situación catastrófica”.

“Hace diez meses el señor Casado decía que el país estaba al borde de la quiebra, y ahora el señor Feijóo que vamos al fin del mundo”, se quejó la vicepresidenta.

Sobre la nacionalización de empresas eléctricas en Francia, comentó que es una medida que evidencia que la solución energética de futuro no es la nuclear, como pone de relieve la dependencia del país vecino de esa fuente, sino la apuesta por las energías limpias como está haciendo España.