Este plan, que fue activado a principios del presente mes de marzo, concluirá a finales de noviembre y su presupuesto asciende a unos 104 millones de pesetas.

Según destacó el jefe técnico del Servicio de Control de Mosquitos, José Carlos Gálvez, en la presente edción de la campaña se mantiene la experiencia iniciada hace dos años con la inclusión de murciélagos como método de eliminar los mosquitos, ya que se alimentan de ellos. Para ello, se les ha habilitado una serie de nidales en las zonas más pobladas de insectos.

Esta campaña se ha puesto en marcha inicialmente en las localidades costeras más afectadas y en ella trabajan unos 40 operarios, de los que 6 permanecerán diariamente en esas zonas desde marzo hasta noviembre para controlar directamente el desarollo del plan.

El dispositivo tratará de evitar que se produzcan plagas de estos dípteros en las localidaes donde, debido a la existencia de zonas húmedas, estos animales han llegado a constituir un grave problema que incluso podría ahuyentar a los turistas que visitan la provincia.