Según destacó Cajamar este lunes, el crecimiento del negocio, beneficiado por la mejora de los ingresos recurrentes, junto a la disminución del activo irregular, contribuyen a la mejora del balance del grupo cooperativo.

En este sentido, Cajamar destinó 261,4 millones a saneamiento y deterioro de activos, prácticamente la mitad que el año pasado, y provisionar 42,5 millones frente a los 136,3 millones del año anterior.

Las comisiones netas y las diferencias de cambio supusieron 207,3 millones, un 23,2% más. En cambio, el margen de intereses mostró un descenso del 4,4%, hasta los 496,4 millones.

Los recursos gestionados minoristas aumentaron en 2.546 millones de euros, un 5,7% más interanual, hasta los 47.012 millones, principalmente por el incremento de los depósitos a la vista en un 10,4% y del patrimonio gestionado de los fondos de inversión en un 3,3%, con un menor impacto de la volatilidad de los mercados que en el resto del sector.

El crédito a la clientela sano minorista repuntó un 5,6%, hasta los 35.035 millones, destacando el impulso de la financiación concedida a los sectores estratégicos, especialmente al sector agroalimentario, con un incremento del 6,9%, y a empresas, con un 5,2% interanual.

Los activos dudosos bajaron en 310 millones y supusieron un 22% menos respecto al mismo periodo del año anterior.

La tasa de morosidad de Cajamar bajó hasta el 2,9%, por debajo de la media sectorial, a la vez que la tasa de cobertura de la morosidad se elevó hasta el 73,2%.

En solvencia, la ratio CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 12,9%, cumpliendo holgadamente los requerimientos regulatorios.