Según comunicó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sin tener en cuenta los extraordinarios por la fusión, el beneficio de CaixaBank se situaría en 2.359 millones, un 70,8% más frente a 2020, ejercicio marcado por las elevadas provisiones por el covid-19.

En concreto, por la fusión se ha incorporado la aportación contable de 4.300 millones del fondo negativo de comercio y el coste neto de 1.433 millones, principalmente, del proceso de reestructuración de empleo.

La rentabilidad (ROTE) sin tener en cuenta los extraordinarios por la fusión ascendió al 7,6% a finales del ejercicio 2021. Los ingresos ‘core’ se situaron en 11.339 millones de euros en el conjunto de 2021, con un descenso del 1% respecto a 2020, en lo que influyó la caída del margen de intereses y los resultados asociados a participadas de bancaseguros, que se ven parcialmente compensados por el crecimiento de las comisiones y de los ingresos y gastos por contratos de seguros.

El margen de intereses en 2021 ascendió a 6.422 millones, con un descenso del 5,8% respecto a 2020, en un entono de tipos de interés negativos. Los ingresos por comisiones subieron un 6,7% en comparativa interanual y totalizaron 3.987 millones. Solo en el cuarto trimestre de 2021, estos ingresos crecieron un 14,1% respecto al tercer trimestre por la mayor actividad. Las comisiones bancarias permanecieron estables y las procedentes de la comercialización de seguros se incrementaron un 12,9% respecto a 2020.

Los ingresos por dividendos se situaron en 192 millones de euros el pasado ejercicio, con un incremento por un mayor dividendo de BFA (98 millones, que incluye el ingreso de un dividendo extraordinario por importe de 54,5 millones). Asimismo, se incluye el dividendo de Telefónica en ambos ejercicios (90 millones en 2021 frente a 100 millones en 2020).

El volumen de negocio de CaixaBank alcanzó los 972.922 millones. Los recursos de clientes alcanzaron los 619.971 millones a 31 de diciembre de 2021, lo que representa un crecimiento del 49,2% en el año. Sin contar la aportación de Bankia, los recursos de clientes registraron un crecimiento orgánico del 10,5% en el conjunto del año.

Los activos bajo gestión contabilizaron 158.020 millones, un 48,2% más teniendo en cuenta la fusión y un 16,5% más sin este impacto.

El crédito bruto a la clientela alcanzó los 352.951 millones, con un crecimiento del +44,7% en el año, pero con una caída del 4,9% sin considerar la integración de Bankia. Por segmentos, en el cuarto trimestre el crédito al consumo creció un 1% y la financiación a empresas se incrementó un 1,9%.

Por otra parte, los saldos dudosos a cierre de 2021 ascendieron a 13.634 millones frente a 8.601 millones a cierre de 2020, si bien de forma orgánica habrían caído en 394 millones en el ejercicio.

De esta manera, la ratio de morosidad de CaixaBank en diciembre de 2021 se situó en el 3,6%, manteniéndose estable tras la integración de Bankia, y la ratio de cobertura terminó el ejercicio en el 63%.

En cuanto al capital, la ratio ‘Common Equity Tier 1’ (CET1) cerró el año en el 13,2%, por encima del 13% de septiembre y ligeramente por debajo del 13,6% de diciembre de 2020.

DIVIDENDO

Respecto al dividendo, la entidad informó de que el consejo de administración ha acordado proponer a la próxima junta de accionistas la distribución de un dividendo en efectivo de 0,1463 euros brutos por acción, con cargo a los beneficios del ejercicio 2021, a abonar durante el segundo trimestre del 2022.

Con el pago de este dividendo, el importe de la remuneración al accionista correspondiente al ejercicio 2021 será de 1.179 millones de euros, equivalente al 50% sobre el resultado consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia.

Además, el consejo ha aprobado la política de dividendos para el ejercicio 2022, consistente en una distribución en efectivo del 50%-60% del beneficio neto consolidado (‘pay-out’), pagadero en un único pago durante 2023, y sujeto a la aprobación final de la junta, y ha manifestado la intención de que la entidad implemente un programa de recompra de acciones ('share buy-back') en el mercado durante el año fiscal 2022, con el fin de acercar la ratio de capital CET1 al objetivo interno.

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, destacó que 2021 “ha sido un ejercicio en el que, no solamente hemos completado con éxito el mayor proceso de integración del sector, sino que, además, hemos reforzado al mismo tiempo nuestra posición comercial. En el proceso de integración, hemos cumplido nuestros objetivos, tanto en término de equipos, como de nuestras plataformas tecnológicas, y también de nuestros modelos de distribución”.

El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, subrayó que “iniciamos un ejercicio en el que deberemos materializar las sinergias de costes e ingresos derivadas de la fusión y plantear las líneas estratégicas de la entidad para los próximos años. Lo haremos en un entorno complejo, pero con la seguridad de disponer de una magnífica base de partida y la confianza de que vamos por el camino adecuado”.