La metodología para clasificar sus productos ha sido desarrollada por la entidad financiera en colaboración con ONG, como Amis de la Terre Y WWF, y organizaciones de consumidores como CLCV y Testé pour vous.

La clasificación se basa en cuatro criterios: marketing responsable, contribución al cambio climático, inversión socialmente responsable y banca solidaria.

Las sucursales de Caisse d'Épargne cuentan ya con folletos informativos sobre la nueva clasificación, y su personal ha recibido formación para poder asesorar a los clientes y responder sus preguntas.

En un principio este sistema de puntuación se aplicará a los productos de ahorro, después se ampliará a los seguros y por último a los créditos.

Los productos con mejor puntuación en la nueva clasificación de Caisse d'Épargne son los de capital garantizado y los relacionados con actividades como las energías limpias o las empresas sociales que favorecen la integración.

Mientras que los productos vinculados con actividades de riesgo, como los fondos de alto rendimiento que invierten en bolsa, o con sectores con mayores emisiones de CO2, como el minero, tienen los peores puestos en dicho sistema.