Según informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Metro de Madrid los adquiere en régimen de arrendamiento operativo a 17 años. El arrendamiento incluye una partida de mantenimiento de los propios trenes por un valor de 200 millones de euros.

Un total de 27 unidades de 6 coches cada una (162 coches) se destinarán a modernizar la línea 6, mientras que el resto (140 coches) cubrirá las necesidades de las nuevas ampliaciones de otras líneas de la red metropolitana, tales como la 2, 9 y 11, así como el refuerzo para las actuales líneas 8 y 10.

Las nuevas unidades están diseñados con materiales resistentes al fuego y a los humos, siguiendo los criterios ergonómicos e incorporarán rampas extraíbles para eliminar el hueco entre tren y andén que puede suponer una barrera para personas con problemas de movilidad.

Además, dispondrán de los más avanzados sistemas de seguridad y confort, y contarán con la tecnología informática más avanzada en los sistemas de control, video-información, entretenimiento y comunicaciones. Entre estos sistemas se incluyen los más avanzados en protección y conducción automática.

La fabricación de los primeros trenes tendrá un plazo de 22 meses, por lo que se estima que las primeras unidades se incorporen a la red a mediados de 2010. Tanto el importe correspondiente al arrendamiento operativo como el resultante de las operaciones de mantenimiento a lo largo del periodo establecido, serán financiados por la Comunidad de Madrid (52%) y el Ayuntamiento de Madrid (48%).