La sustitución del vino por otras bebidas, como demuestra la caída de las compras en un 5,3 por ciento en 1992, y la presión de los "híper" sobre los productores (con una cuota e mercado del 18 por ciento, la segunda tras la hostelería) ha afectado sobre todo al vino más caro.

El precio de los caldos con denominación de origen descendió ese año un 2 por ciento respecto a 1991, según un estudio realizado por la empresa Nielsen para la Denominación de Origen La Rioja, al que ha tenido acceso esta agencia.

Sin embargo, esta tendencia se ha acentuado en los últimos meses, según aseguró Domingo Rodrigo, jefe de los Servicios Técnicos de la Denominación de Origen La Rioja: "Dbido a la crisis, es necesario ajustar los precios para mantenerse en el mercado, incluso sin obtener rendimientos positivos, porque como te vayas es muy difícil volver".

El consumidor puede encontrar así ofertas no conocidas hasta ahora, sobre todo en los vinos más caros, en los que ha bajado más la demanda. En 1991, una botella de vino de calidad costaba una media de 563 pesetas en restaurantes y 315 en tiendas de alimentación; en enero de 1993, el precio medio se había reducido a 556 y 306 pesetas,respectivamente.

Además, si en años anteriores el vino de mesa sufría los retrocesos más graves en el consumo y el de calidad se mantenía, ahora el descenso afecta a todos. Según el informe Nielsen, la caída de ventas de los caldos riojanos en el mercado interior en el primer trimestre de este año fue de un 5 por ciento, frente a un incremento el año pasado del 7 por ciento.

Ahora el consumidor se decanta por el consumo de vinos más baratos. Según Nielsen, el año pasado sólo aumentaron las ventasde los vinos sin crianza (un 34 por ciento), mientras que las de los medios y superiores descendieron un 3 y un 11 por ciento, respectivamente, lo que ha provocado su política de reducción de precios.

Una parte del sector culpa precisamente a los bodegueros de Rioja de la reducción de precios, ya que cuentan con una cuota de mercado entre los vinos con denominación de origen del 42 por ciento. Santiago Hueso, director general de la empresa embotelladora Cosecheros Abastecedores, dijo que la política d precios de esa comunidad es "demencial" y denunció que se vende vino en bodega a 115 pesetas la botella de tres cuartos.

La situación de crisis afecta especialmente al consumo en los bares y restaurantes, donde en concreto el Rioja tuvo un retroceso del 5 por ciento, lo que supone "un riesgo importante", según el informe, puesto que la hostelería dispone una cuota de mercado de las ventas de ese vino del 60,6 por ciento.

Por contra, los hipermercados se colocaron como los segundos clientes delosbodegueros y embotelladores, debido a sus altos promedios de venta y sus precios muy competitivos, según señala el informe Nielsen.

MEJOR LA EXPORTACION

Por su parte, hasta abril de este año la exportación de los vinos de Rioja creció un 14,54 por ciento. Los países a que fue dirigida fueron Alemania, Dinamarca, Holanda y Estados Unidos, además de otros países europeos.

Además, frente a la tendencia del mercado interior, en Europa los precios de los vinos españoles subieron una media de 5,13 po ciento, según los datos de la Asociación de Exportadores de La Rioja, donde están representadas la mayoría de las bodegas de esa comunidad autónoma.