Según informó la Dirección General de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en la llamada "Operación Rufo" se han incautado 2.720 kilogramos de hachís, un helicóptero, 9 vehículos, material electrónico y 20.000 euros en efectivo.

La red desarticulada introducía la droga valiéndose, entre otros medios, del helicóptero. Además, los detenidos disponían de una empresa de reportajes fotográficos aéreos y otra de transportes internacionales de mercancías, con las cuales daban cobertura a sus actividades ilícitas.

Las investigaciones comenzaron en el otoño del pasado año, tras detectarse que un grupo de personas se dedicaba a la introducción de hachís desde Marruecos hasta la provincia de Málaga, para posteriormente distribuirla al resto de España y Europa.

En un momento determinado de la investigación, se detectó la coincidencia de varios de los objetivos que estaban siendo investigados por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, por lo que se establecieron los oportunos cauces de colaboración y se creó un grupo de trabajo conjunto.

Posteriormente, se averiguó que la banda trataba de introducir un alijo de hachís utilizando un helicóptero, por lo que se procedió a la interceptación del aparato y de la droga, así como a la detención de varios de los integrantes de la red. A continuación, se realizaron diversos registros domiciliarios y nuevas detenciones en las provincias de Málaga y Madrid.