"En torno a 600.000 mujeres mueren al año por causas que en los países desarrollados no suponen sentencia de muerte", manifestó.

"Quedarse embarazada es jugar a la ruleta rusa para estas mujeres", señaló Garrido en una rueda de prensa con motivo de la presentación del seminario "Mejorar la salud materna, objetivo de desarrollo de Manos Unidas", que se está desarrollando esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

África Subsahariana y el sur de Asia son las zonas más afectadas por este problema, aseguró la técnico de Proyectos de Manos Unidas. Sin embargo, en Ásia Oriental y Latinoamérica "se están produciendo avances significativos".

Por su parte, la responsable del Área de Educación para el Desarrollo de Manos Unidas, Soledad Suárez, comentó que "no se van a cumplir" los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, que en cuestión de salud materna plantean reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna antes de 2015.

Ambas representantes de Manos Unidas insistieron en la necesidad de fomentar la educación y la preparación de médicos y matronas de los países afectados, porque "al ser de la misma sociedad tienen más credibilidad para las mujeres de allí y se van a fiar más", afirmó Suárez.

"Debemos ayudar a los pueblos a salir y a que se autodesarrollen", dijo Ángela Rodríguez, responsable de un centro en Mozambique e hija de la caridad de San Vicente de Paúl. "Allí tenemos una lucha campal con su cultura", explicó, ya que "las personas están captadas por los curanderos".