Lo hizo en una entrevista en Rne recogida por Servimedia un día después de que se divulgara un informe de los letrados de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados que pone en duda la constitucionalidad de la iniciativa socialista para amnistiar a los independentistas catalanes que promovieron y llevaron a la práctica el referéndum del 1 de octubre de 2017.

Bustinduy, “a título personal”, se declaró “plenamente convencido” de la constitucionalidad de la propuesta, pero en todo caso constató que “quien debe dictaminar la constitucionalidad de las normas es el Tribunal Constitucional”.

Por lo demás, el ministro elegido a instancias de Sumar consideró “sano que haya un debate de esta intensidad sobre una norma que es extraordinariamente importante”. E insistió en la tesis que ya ha expresado en otras ocasiones, siguiendo un razonamiento “pragmático o finalista” de que la amnistía “demostrará su valía en los efectos que consiga”.

“Lo veremos dentro de unos años”, aplazó, pronosticando que en el futuro la amnistía se verá como “uno de los hitos que permitieron cambiar de fase, dejar atrás una fase de conflicto”, y “abrir un tiempo nuevo”.

En todo caso, Bustinduy quiso distinguir entre “lo que son dudas legítimas de lo que son planteamientos interesados” por parte de la derecha, que a su juicio “buscan que Cataluña siga siendo un foco de conflicto” y “tenga en la agenda un papel prioritario porque sacan rédito” de ello. En este sentido, se acogió a que, según el Barómetro del CIS publicado ayer, la amnistía es motivo de preocupación para menos de un 1% de los españoles”.

El ministro recordó que algunos líderes de la derecha dijeron en la campaña electoral que “lo que buscaban era incendiar Cataluña”, y vaticinó que “sus posturas van a envejecer mal ante la historia” y que en las urnas “la ciudadanía no va a premiar esas actitudes”.