Agricultura
Bustinduy pide no usar la Agenda 2030 como “chivo expiatorio” en las protestas del campo porque “apoya una transición justa”
- Representará a España ante la ONU en un examen voluntario en el que expondrá los avances en su cumplimiento
- Comparece este lunes en la Comisión Mixta del Congreso de los Diputados para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los ODS
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, exigió este lunes que la Agenda 2030 no sea utilizada como un “chivo expiatorio” por parte de algunos sectores en las protestas del mundo rural, convencido de que “traza una hoja de ruta” para “incrementar las rentas agrícolas, especialmente las de la agricultura extensiva, de pequeña escala y rica en biodiversidad” y, de este modo, “apoya una transición justa hacia modelos agrícolas y ganaderos sostenibles”.
Así lo aseveró durante su comparecencia en la Comisión Mixta del Congreso de los Diputados para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en la que expuso las líneas generales de la política de su departamento de cara al cumplimiento de los 17 objetivos que marca la Agenda 2030 que, junto a otros 192 países, España se comprometió a cumplir para la construcción de un mundo “más próspero, justo y sostenible”.
Tras mostrar su “agradecimiento” a su predecesora, Ione Belarra, por “impulsar este modelo colaborativo, especialmente durante la elaboración y seguimiento de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030”, aseguró que, “a mitad del camino hacia el año 2030, tenemos la obligación de repensar y refrendar nuestro compromiso con estos objetivos”.
En este punto, se mostró convencido de que las “reivindicaciones” del campo “son del todo legítimas”, si bien afeó que, en las últimas semanas, la agenda se ha convertido, “al calor de las protestas del sector primario en toda Europa, en blanco de críticas que nada tienen que ver con su contenido”.
Para Bustinduy, “no podemos seguir aceptando un modelo en el que muchos agricultores no pueden cubrir sus costes de producción y muchas familias no pueden asumir el coste de la cesta de la compra en el supermercado”, si bien juzgó “esencial que comprendamos de qué crisis estamos hablando”. “Esta crisis no es la crisis del 20% de productores que acumulan el 80% de las ayudas de la Política Agraria Común”, sentenció, para insistir en que la Agenda 2030 “promueve” una gestión “sostenible” de los recursos “garantizando la protección de sistemas agrícolas y ganaderos capaces de adaptarse a la emergencia climática y habla de incrementar más rentas agrícolas con especial atención a la agricultura extensiva, a la agricultura de pequeña escala y rica en biodiversidad”.
“No sorprende que, para quienes, de forma sistemática, rechazan los consensos más básicos de nuestras democracias, la Agenda 2030 se haya convertido en un chico expiatorio perfecto, un enemigo abstracto y difuso que sirve para distraer la atención de los problemas descritos, que no sirve para cambiar la realidad, pero sí para negarla”, lamentó.
En este sentido, se mostró convencido de que “tenemos que responder a unos retos de época que no desaparecerán porque decidamos ignorarlos y mirar hacia otra parte”. “En adelante, podemos actuar de dos maneras ante las crisis de época que avanzan: podemos hacer una transición justa que incorpora una dimensión social para proteger a quienes son más vulnerables ante estas transformaciones o podemos atizar el fuego hasta que nos gobierne la ley del más fuerte y que los más vulnerables, pero, en última instancia, nuestra sociedad y nuestra cultura enteras se vean abandonadas a su suerte”, abundó.
En la misma línea, Bustinduy expresó su “plena confianza en que sabremos avanzar en el primero de esos caminos, en línea con los amplios consensos que la sociedad española ya expresa ante cuestiones como la necesidad de luchar contra la pobreza, la desigualdad económica o el cambio climático”.
El ministro abogó por “actuar con responsabilidad” para ofrecer una solución sostenible al mundo rural, consciente de que “negar la realidad es más sencillo que comprometerse con cambiarla” y señaló que su gabinete asume como “prioridades” en este ámbito el “compromiso con los derechos humanos”, el “aterrizaje” en lo local y la “coherencia” en las políticas públicas, que, a su entender, “serán esenciales para dar forma y contenido al propósito común que tenemos por delante”.
En primer lugar, defendió la necesidad de garantizar su cumplimiento para asegurar que también se cumplan los tratados internacionales a los que España está vinculada, entre los que citó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención de Derechos del Niño; la de Personas con Discapacidad, o la referente a la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
“La Agenda 2030 es un espejo de estos compromisos y es nuestra obligación llevarlos a cabo”, sentenció, para, a continuación, mencionar como segunda “prioridad” la de “fortalecer” las “capacidades” de municipios pequeños en el desarrollo de planes de localización de los ODS, así como otras iniciativas que conviertan a la Agenda 2030 “en una realidad a nivel local”.
Por lo que respecta a la tercera prioridad, la centró en “impulsar” el cumplimiento de los ODS a través de la Estrategia de Desarrollo Sostenible que, a su entender, “compromete la puesta en marcha de un conjunto de herramientas y actuaciones para la Agenda 2030, según las recomendaciones que marca la OCDE y de las Naciones Unidas”.
EXAMEN NACIONAL
En este contexto, Bustinduy avanzó que él será el encargado, a mediados de julio, de presentar el Examen Nacional Voluntario ante Naciones Unidas en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible.
En él defenderá los avances obtenidos hasta el momento con el fin de “atestiguar el nivel de cumplimiento que nuestro país está llevando a cabo en relación a los ODS” y, según su punto de vista, servirá para “visibilizar” el “papel destacado” de España a nivel internacional y para “identificar” los “desafíos más acuciantes” que afronta el país, así como determinar en “qué áreas se deben concentrar mayores esfuerzos”.
“Debemos innovar en el diseño de políticas públicas y consolidarnos como un ejemplo internacional de responsabilidad y rendición de cuentas, también en materia de gestión”, expresó en este sentido Bustinduy.
En relación a este examen, quiso también resaltar el trabajo conjunto desarrollado por su Ministerio junto a comunidades autónomas y las entidades locales a través de la Conferencia Sectorial y de su órgano técnico y quiso “poner en valor” las reuniones que se están manteniendo en el seno de la Comisión Permanente del Consejo de Desarrollo Sostenible y del Grupo de Trabajo Ampliado de la Comisión Delegada del Gobierno para la Agenda 2030.
PACTO DEL FUTURO
En paralelo, el titular de Agenda 2030 ha vinculado el Examen Nacional Voluntario ante la ONU con el “compromiso” de revisión intermedia de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, que tendrá lugar en la segunda mitad de este año y concluirá en 2025.
“Es nuestra responsabilidad hacer de la Agenda 2030 una realidad más que una declaración de intenciones”, afirmó el ministro, para, a continuación, hacer “un llamamiento a todas las fuerzas políticas” con el fin de conseguirlo.
Por último, anunció la “voluntad” de su gabinete de involucrarse en las negociaciones del Pacto del Futuro y la Declaración de Generaciones Futuras, una cumbre de alto nivel que tendrá lugar en septiembre y que reunirá a los líderes mundiales para establecer un nuevo acuerdo global. “Es una oportunidad única para fortalecer una colaboración internacional que redunde en mejoras para nuestras sociedades”, resolvió.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2024
MJR/gja