El accidente del carguero, perteneciente a la compañía Iscomar, tuvo lugar en la madrugada del 11 de julio de 2007 y causó una marea negra de más de 50 toneladas de fuel, que contaminó las playas más próximas. Actualmente sigue tumbado sobre el fondo marino, a una milla de la entrada del puerto de Ibiza.

En declaraciones a Servimedia, el responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace, Julio Barea, alertó de que el pecio puede contener aún entre 10.000 y 15.000 litros de aceite y combustible, con lo que se convertirá "en una fuente de contaminación permanente" para la zona protegida en la que se encuentra, en el Parque Natural de las Salinas.

"El buque está hundido y lo va a seguir estando", declaró Barea, quien insistió en que dejar el buque bajo el agua "exige trabajos de descontaminación".

Además, Greenpeace afirma que la naviera, Iscomar, y su aseguradora "todavía no han pagado ni un solo euro por la contaminación de las playas, los daños causados y, mucho menos, por su hundimiento".

"Me temo que, una vez más, quienes va a pagar los daños van a ser 'papá Estado' y todos los españoles y, encima, dejando abajo el buque. Hay que sacar el barco de ahí, el mar no es un basurero", lamentó Barea.

El portavoz del Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza, Mariano Marí, exige también que se reflote el buque y se descontamine en tierra. Según alertó, "los restos del barco y los materiales contaminantes que han quedado dentro se están desprendiendo y seguirán apareciendo en la costa durante muchos años".

"NINGÚN PELIGRO"

Sin embargo, el pasado mes de febrero salieron a la luz dos estudios encargados por la Comisión de seguimiento que puso en marcha el Ejecutivo para el estudio del hundimiento del buque, en los que se sugiere dejar el pecio hundido.

Concretamente, estos dos informes señalan que el "Don Pedro" no supone "ningún peligro" para la navegación u otras actividades marítimas y, además, afirman que hay un "altísimo grado" de descontaminación del pecio. Por estas razones, subrayan que "dejarlo en su situación actual se perfila como la estrategia más adecuada".

Los estudios fueron elaborados por el Instituto Español de Oceanografía y por la empresa noruega Det Norske Veritas por encargo de la Secretaría General del Mar y de la Dirección General de Marina Mercante.

Estos textos indican que ha sido recuperada la totalidad de las mercancías declaradas como peligrosas y que se ha recuperado prácticamente el 95% de los hidrocarburos. El resto se ha evaporado o ha sido recogido en la costa o en las tuberías del pecio.