El buque, mandado por el capitán de corbeta Francisco J. Sánchez-Tembleque Belinchón, cuenta con una dotación de 35 hombres y una mujer y tiene capacidad para embarcar a 18 científicos.

Con base en Cartagena, el "Las Palmas" depende del almirante de Acción Marítima de la Armada y tiene por misión apoyar logísticamente las bases antárticas españolas "Juan Carlos I" y "Gabriel de Castilla" y a la búlgara "San Climent Oridsky", así como colaborar con los proyectos científicos programados.

La campaña de este año se desarrollará desde los últimos días de noviembre hasta mediados de marzo, aprovechando el verano austral, y durante la misma se llevarán a cabo varios proyectos de investigación a cargo de universidades y organismos nacionales e internacionales, según informó Defensa.

Durante los tránsitos por el Atlántico, el "Las Palmas" realizará una colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas CSIC-Vigo para la "Observación del cambio climático en buques de oportunidad", dentro de las actividades incluidas en el International Ocean Carbon Coordination Program (IOCCP).

HISTORIAL

El "Las Palmas" fue construido en los "Astilleros del Atlántico", en Santander, en 1978. Originalmente fue concebido para misiones de apoyo a plataformas petrolíferas, tendido de anclas, suministro de gasoil y transporte de cargas.

La Armada lo adquirió el 30 de septiembre de 1982, y desde entonces se le han asignado misiones muy diversas: salvamento, remolque, vigilancia marítima, ejercicios con la flota, auxilio en zonas catastróficas, auxilio exterior de contraincendios, lucha contra la contaminación marina, colaboración con universidades y apoyo a la flota pesquera española en el banco canario-sahariano y en Terranova.

Fue el primer barco español que participó en las campañas del Ministerio de Educación y Ciencia en la Antártida entre 1988 y 1991, antes de la entrada en servicio del también BIO de la Armada "Hespérides", en mayo de 1991.

En 1999 el buque fue sometido a una profunda modernización. Las obras dotaron el buque de mejores equipos, mayor capacidad de embarque de personal científico (18 personas) y lo adaptaron a las exigencias establecidas en el protocolo de Madrid ("Tratado Antártico"), en lo relativo a protección del medio ambiente. Tras esta modernización, el buque ha realizado todas las campañas desarrolladas desde entonces en el Polo Sur.