Según advirtió hoy la CE en un comunicado, "el mosaico reglamentario resultante de iniciativas nacionales aisladas podría poner en peligro el correcto funcionamiento del mercado interior", por lo que el marco comunitario de tarificación vigente, conocido como "Eurovieta", "debe reforzarse consecuentemente".

"Los usuarios de los transportes tienen el derecho a saber lo que pagan y por qué lo pagan. Por eso es necesario fomentar regímenes en que los costes relacionados con la utilización de las infraestructuras se reflejen en los precios de los transportes pagados por los usuarios, sin que por ello resulte afectado el acceso a un servicio de calidad y permanente en todo el territorio", explicó la Vicepresidenta de la CE responsable de la Energía y los Transportes, oyola de Palacio.

La propuesta de la Comisión permitirá a los Estados miembros, en el respeto del principio de subsidiariedad, proporcionar incentivos económicos a las operaciones de transporte mediante una estructura de precios que permita reflejar mejor los costes impuestos a la colectividad, "pues lo que debe evolucionar no es el nivel de tarificación del transporte sino más bien la estructura de las cargas y la manera en que se aplican y reparten entre los usuarios", señaló Bruselas.

MAS DE 3,5 ONELADAS

Mientras que la "Euroviñeta" contempla únicamente los camiones de un mínimo de 12 toneladas, el régimen propuesto por la Comisión se aplica a todos los camiones destinados al transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas. Estos vehículos se dedican en gran parte al transporte intracomunitario de mercancías y deben cubrirlos por tanto los sistemas de peaje establecidos para los transportes comerciales.

En cuanto a las carreteras en las que se cobrarán peajes, el marco propuesto cubre l red de carreteras transeuropea así como cualquier otra carretera a la que pueda desviarse el tráfico de la red de carreteras transeuropea y que compita directamente con determinados tramos de esta red.

Además, la Directiva propuesta ofrece a los Estados miembros la posibilidad de variar los peajes según diversos factores: la distancia recorrida, los daños causados a las carreteras según el tipo de vehículo, los efectos en el medio ambiente de los camiones según las normas medioambientales, así como e momento y el grado de congestión del eje vial.

Los Estados miembros que decidan aplicar este sistema de tasas sobre las carreteras podrán compensar la introducción de peajes sobre todo mediante la reducción o incluso la exención del impuesto anual de circulación sobre los vehículos.

Finalmente, la propuesta de Bruselas permite las financiaciones cruzadas, con lo que los Estados miembros podrán aumentar los peajes por el uso de carreteras localizadas en zonas especialmente sensibles, especialment en las regiones montañosas. Estos aumentos se destinarán a financiaciones cruzadas para cubrir los costes de inversión de otras infraestructuras de transporte de alto interés europeo, más concretamente de las ferroviarias.