El objetivo del régimen es garantizar la cobertura del riesgo de daños a determinados productos vegetales y al ganado ocasionados por fenómenos climáticos concretos, enfermedades de animales, plagas, la retirada y destrucción del ganado muerto y los daños causados por animales protegidos, según explicó este jueves el Ejecutivo comunitario.

Esta medida contribuye a la consecución de los objetivos de la Política Agrícola Común, puesto que ayuda a mantener estables los ingresos de los productores agrícolas. Pueden optar al régimen las pequeñas y medianas empresas que se dediquen a la producción agrícola primaria en España y que soliciten la ayuda cuando suscriban un seguro.

En opinión de la Comisión, el régimen es “necesario y apropiado para garantizar ingresos estables para los productores agrícolas”.

Además, indicó que la medida es “proporcionada”, puesto que se limita al mínimo necesario para la consecución de su objetivo. “Sus efectos positivos compensan cualquier posible falseamiento de la competencia y el comercio en la UE”, añadió.

Los beneficiarios admisibles tienen derecho a recibir ayudas por un importe de hasta el 70% de sus primas de seguro en general; el 75% de sus primas de seguro para la destrucción del ganado muerto, y el 100% de sus primas de seguro para la retirada del ganado muerto.

El régimen estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024.