Según informa el Consejo en nota de prensa, la victoria de Lula en las elecciones presidenciales confirma los pronósticos y abre una nueva fase en la que todo apunta al mantenimiento de la actual política económica, basada en las reformas del sector público y las inversiones en infraestructuras y proyectos sociales.

Asimismo, advierten de que la situación de las empresas españolas en Brasil continuará siendo inestable por la debilidad de la economía del país y por el"sentimiento de recesión global". No obstante, las Cámaras creen que las empresas se beneficiarán de las políticas gubernamentales para fortalecer el real (moneda oficial de Brasil).

Finalmente, afirman que es previsible que las privatizaciones en determinados sectores bajen su ritmo. Además, esperan que el Gobierno brasileño supervise estas operaciones para que no perjudiquen a los trabajadores.