Según informó el diario británico "The Independent", Abott tiene unos días para decidir si recorta el precio, mientras las autoridades brasileñas recuerdan que 600.000 ciudadanos son portadores del virus, y que el país no tiene suficiente dinero para adquirir los medicamentos a precios tan elevados.

Además, recuerdan que, con la fabricación de un medicamento genérico, Brasil reduciría de 100 a 50 millones de dólares anuales su gasto en este medicamente que, actualmente, sólo llega a 23.000 personas.

Brasil ha recibido el apoyo de la comunidad internacional. El director para la lucha contra el sida de la Organización Mundial de la Salud, Jim Kim, declaró que "el Gobierno brasileño está en su perfecto derecho de suspender la patente de Kaletra y de desarrollar otro a un precio más accesible".

Por su parte, la organización Oxfam dijo que la compra de los medicamentos antiretrovirales de Abott y de otras multinacionales como Merck Sharp&Dohme y Gilead Science, supone un gasto del 67% del presupuesto de Brasil para tratar la enfermedad.