BOTÍN ADVIERTE DE LOS EFECTOS "DEL EXCESO DE REGULACIÓN" Y RECLAMA MÁS COORDINACIÓN ENTRE LOS REGULADORES MUNDIALES
- Defiende la "autorregulación" y la "transparencia", y que sean los accionistas y el mercado los que juzguen
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, advirtió hoy de los costes que generan para las empresas las exigencias de buen gobierno corporativo y reclamó que exista una mayor coordinación entre los reguladores mundiales.
En su discurso ante la Junta de Accionistas de la entidad, Botín apuntó "los elevados costes que supone para una empresa del tamaño y la diversificación del Santander el cumplir con los requisitos regulatorios y de información de las autoridades en los distintos países y mercados en los que operamos".
El pasado año se gastó un tiempo equivalente al trabajo de 117 personas durante todo el año a cumplir con Sarbanes Oxley, obligatorio para las compañías que invierten en Estados Unidos.
"Este coste supone, sin duda, una barrera para muchas empresas que también quisieran tener acceso al mercado de Estados Unidos", advirtió Botín, quien añadió que "merece la pena una reflexión sobre los efectos del exceso de regulación y sobre la necesidad de una mayor coordinación de los reguladores a nivel internacional".
Botín insistió en que "no comparto las críticas a la situación de las grandes sociedades españolas cotizadas en bolsa en materia de gobierno corporativo".
En este tema, prosiguió el presidente del Santander, "no tenemos nada que envidiar a los países de nuestro entorno", gracias, "en gran medida", al Código Olivencia y el Informe Aldama, "que sentaron los principios básicos en esta materia: autorregulación y transparencia".
Botín señaló que fue "positiva" la iniciativa de refundir ambos códigos en el denominado "código Conthe", elaborado por un equipo dirigido por el presidente de la CNMV.
"Nuestro grupo hace ya años que cumple prácticamente con todas las recomendaciones contenidas en el Código Unificado. Pero para otras sociedades, sobre todo para las que están considerando su salida a Bolsa, su cumplimiento va a suponer retos y costes considerables", advirtió.
"Por ello", prosiguió Botín, "pienso que su aplicación debe hacerse con cautela, y, en todo caso, que deben ser los accionistas y el mercado en general los que valoren las explicaciones que las sociedades cotizadas den sobre el grado de cumplimiento de las recomendaciones, reduciéndose al mínimo la intervención administrativa".
"Una información amplia, veraz y transparente es el eje central en cualquier sistema de gobierno corporativo. Dentro de este marco, la autorregulación debe ser el hilo conductor, de acuerdo con la libertad de organización que debe presidir la actuación de las empresas", opinó el presidente del Santander.
RSC EN EDUCACIÓN
Botín destacó los 92 millones invertidos en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a lo largo de 2005, "con los mismos y exigentes criterios de eficiencia que se requieren de cualquier otra inversión del grupo".
"La actuación del grupo en este ámbito se extiende a muy diversas materias, pero su núcleo es el apoyo a la educación superior", dijo el presidente del Santander, quien destacó "la importancia de la educación para el desarrollo y el progreso social y económico de los países en que estamos presentes".
"Nuestra contribución se plasma en convenios integrales de apoyo a la educación y a la investigación suscritos con 507 universidades en 11 países. Convenios que impulsan el acceso a las nuevas tecnologías en la universidad, la relación universidad-empresa y la movilidad geográfica de estudiantes e investigadores con miles de becas", añadió.
"De forma paralela", concluyó, "el Portal Universia, la mayor red de cooperación universitaria a nivel internacional, participan ya 985 universidades. El año pasado Universia facilitó el acceso de 24.000 estudiantes al mercado laboral, a través de su portal 'Primer Empleo'".
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2006
G