Borrell urgió a todos los ciudadanos a adoptar comportamientos de solidaridad y racionalidad ante la falta de agua y señaló que su ministerio agotará todo lo ecológicamente posible las aguas subterráneas, instalará plantas desaladoras en los puntos más críticos y trasvasará agua por barco en los casos en que sea posible, entre otras medidas.

El ministro explicó que "en las regiones afectadas por la sequía, las precipitaciones este año han sido del orden de 200 milímetros, que esel límite de la pluviosidad que define el desierto", frente a una precipitación que normalmente se sitúa en torno a los 600 milímetros.

Las regiones afectadas tienen los embalses al 11 por cien de su capacidad. Frente a ese panorama, otras cuencas no afectadas por la sequía están al 64 por cien de su capacidad.