Escribano confía en que el Gobierno castellano-manchego protegerá la zona por la que pasará la autovía. "Y si pasan por ahí, lo harán por un paraje que va ser declarado espacio protegido", señaló, "e insisteremos en el contencioso presentado pidiendo la paralización del proyecto por ser absolutamente ilegal".

A su juicio, las obras serían ilegales porque la decisión de llevarlas a cabo no está todavía aprobada por el Consejo de Ministros de acuerdo on el decreto de impacto ambiental, y en caso de que la decisión del Gobierno sea positiva, sería ilegal, al ser posterior a la declaración de la zona como espacio protegido.

Según Escribano, en el propio Ministerio de Obras Públicas no se han puesto de acuerdo sobre qué opción era la más adecuada, porque "la Dirección de Medio Ambiente y la Dirección de Carreteras han dicho cosas distintas".

"Entendemos que si ese espacio se declara protegido sería comparable a que el Ministerio de Defensa dijes que va instalar un polígono de tiros en Cabañeros", señaló.

La decisión del Ministerio de Obras Públicas es, según Escribano, "canallesca" y contraria a la postura de empresarios valencianos, el Insituto Geológico y las universidades de Valencia, "que optan por la alternativa A, que contemplaba la construcción de un viaducto sobre el Cabriel que iría paralelo a la antigua carretera nacional, con lo cual el impacto sería nulo".

Escribano aseguró que el trazado "ya lo tenían decidido, y se podían aber ahorrado millones de pesetas en estudios". "No entendemos cómo después de proponer una alternativa, el ministerio puede decir que no es viable".

A su juicio, "el ministro de está saltando las leyes a la torera, y como no sea la especulación de terrenos que pueda llevar la alternativa C, no lo entendemos".

Aparte de la especulación de terrenos, Escribano apuntó que la la Generalitat valenciana ha puesto todo el interés en que las obras estén terminadas antes de las próximas elecciones autonómcas.