"Si Montilla quería ser presidente de la Generalitat no tenía más remedio que hacer lo que ha hecho, aunque las personas no nacemos con ese designio; se puede o no se puede ser presidente", dijo en Antena 3 el ex presidente castellano-manchego, quien añadió que "entre un partido como CiU, nacionalista moderado, y ERC, nacionalista separatista, me quedo con CiU".

Recordó que, siendo ministro, uno de los dirigentes de ERC le montó "el número" de pedir la palabra en el Congreso para decir que querían que se suprimiera el artículo octavo de la Constitución, que habla sobre la defensa de la unidad de España por las Fuerzas Armadas.

"Dicho artículo", indicó Bono, "dice lo que dice y a mí me gusta mi país, que es España, y mientras no se cambie la Constitución no hay más nación que España (...), no en el sentido rancio de la palabra, sino como el amparo de la igualdad".

Respecto a la gestación del Gobierno catalán a espaldas del PSOE, Bono manifestó: "En términos estatutarios, el PSC es un partido diferente del PSOE, pero este tipo de ejercicios, de mostrar la autonomía del PSC, probablemente no sea bueno para el socialismo en su conjunto".

En cuanto al inicio del nuevo Gobierno catalán, consideró que "realmente es complicado", porque sus dos integrantes fundamentales son el PSC, que votó a favor del Estatuto, y ERC, que se pronunció en contra.

"Ojalá les salga bien, porque yo quiero un buen Gobierno para los catalanes", agregó Bono. "Muchos saben, sin haber hablado con el presidente Zapatero, que esto no es lo que hubiera hecho Zapatero".

Respecto a las diferencias entre un tripartito dirigido por Maragall a éste, dirigido por Montilla, comentó: "Respecto a Maragall he hecho afirmaciones rotundas, pero ahora que se va no me parece oportuno hacer críticas".

"Claro que habrá diferencias entre Maragall y Montilla, pero hay asuntos que son objetivos, hay que hacer un Gobierno de tres partidos minoritarios frente a CiU, que ha tenido más escaños, pero no la mayoría, frente a un partido, ERC, que está representando un planteamiento muy condenable".

"Yo sería partidario de que hubiera dos modulaciones en el ámbito electoral: una de ellas, que los alcaldes fueran los candidatos de las listas más votadas, para evitar que partidos minoritarios que a veces no representan casi nada del electorado se conviertan en árbitros en unas elecciones", agregó. "Un 5% de los ciudadanos que vota no debe poder decidir un Gobierno sin limitaciones".