"Cuantos fueron donde les mandó el Gobierno y murieron o fueron heridos en combate merecen un reconocimiento especial. Por ello, a propuesta de los ejércitos, otorgaremos el distintivo rojo, como lo tuvieron los héroes del CNI, a quienes lucharon en la guerra de Iraq", dijo.

"Los soldados no eligieron acudir o no, simplemente obedecieron y soportaron fuego hostil en una zona lamentablemente tan poco pacífica", añadió el ministro en el discurso que pronunció en el Palacio Real ante los Reyes, el Príncipe de Asturias y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Asimismo, aseguró que "nunca más los soldados de España irán a guerras o conflictos donde los españoles no quieran que vayan; siempre estarán donde el Gobierno y el Parlamento quieran que estén". "Palabra dada, palabra cumplida", aseveró.

Bono destacó el "paso de gigante" que ha supuesto, a su juicio, la aprobación de la Ley de Defensa Nacional "para que los ejércitos sientan el respaldo de los españoles, manifestado a través de la voluntad popular que emana del Parlamento".

Para el ministro, la Constitución tiene hoy más defensores que cuando se sometió a referéndum. "Esto es evidente", dijo, "a España se la respeta en el concierto internacional y casi nadie mira atrás con nostalgia. La bandera que llevan nuestros soldados en sus misiones en el exterior es hoy signo de paz, de libertad y de solidaridad en todos los continentes".

El titular de Defensa destacó que queda un reto "importantísimo e histórico", en referencia a la nueva ley de la carrera militar. "Pretendemos crear la universidad nacional de la defensa, en la que, teniendo muy presente la finalidad de formar militares, todos los oficiales obtengan una titulación universitaria del sistema educativo general", explicó.