Así lo dijo desde el Palacio de Santa Cruz, tras cerrar con el nuncio apostólico, Bernardito Auza, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, la nueva situación fiscal de la Iglesia en España de manera que, a partir “de hoy” será “tratada como cualquier entidad sin ánimo de lucro en España”.

Bolaños explicó a los periodistas que se cierra un “acuerdo importante después de un año de trabajo intenso, de negociación intensa, también discreta”, que supone que la Iglesia Católica “renuncia a los privilegios que tenía para no pagar determinados impuestos”.

En concreto, el impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICO) y también las contribuciones especiales, lo que supone, repitió en varios momentos, “el fin de los privilegios fiscales de la Iglesia Católica en el pago de los impuestos y de los tributos”.

El titular de Presidencia y responsable en el Ejecutivo de las relaciones con las distintas confesiones en España agradeció a la Nunciatura y a la Conferencia Episcopal el trabajo realizado y el que hay en marcha.

En el Gobierno estiman, según trasladaron a Servimedia, que se podrán recaudar entre 16 y 18 millones de euros. En la comparecencia, el ministro afirmó que “más de 16” porque no tienen el cálculo cerrado ya que son los ayuntamientos los encargados de recaudar estos impuestos, tanto la licencia de obras como las contribuciones especiales.