Todo el aforo del coso taurino, unas 13.000 localdades, fue vendido y el dinero -todos los presentes, incluida la Familia Real, pagaron su entrada- irá destinado, por expreso deseo de don Juan Carlos, a estas dos entidades benéficas.

Don Juan Carlos, como padre de la novia, sufragó el importe de las localidades de los invitados a los exponsales, unas 200, mientras que el resto de entradas fueron puestas a la venta.

El carácter benéfico del espectáculo fue una condición de la Familia Real para asistir al mismo.

Estas congregaciones religioss dedican su trabajo a atender a los marginados de la sociedad andaluza y de toda España. Las Hermanitas de los Pobres abrieron su primera casa en Sevilla en el año 1878, en la calle Zaragoza. Su principal misión es atender a los necesitados y especialmente a los ancianos más pobres.

La otra comunidad religiosa que se verá beneficiada económicamente por este espectáculo, las Hermanitas de la Cruz, tiene también una reconocida vinculación con la ciudad de Sevilla. Su fundadora fue sor Angela de la Cruz a la que su dedicación a los más pobres la convirtió en beata de la Iglesia.

Esta labor ha sido apoyada desde siempre por toda la Familia Real, especialmente por la madre de la condesa de Barcelona, la infanta María Luisa, y por ella misma, que siempre que viaja a Sevilla acude al convento a rezar.