Michavila declinó pronunciarse sobre las críticas que algunos obispos han realizado sobre el boato que rodeó el enlace matrimonial y quiso dejar claro que en España existe "libertad de conciencia" desde hace mucho tiempo "y cada uno, en su vida privada y particular, puede actuar como entiende que debe actuar", indicó.

En un encuentro informativo organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), Michavila fue reiteradamente preguntado por el eco que a tenido la boda de Alvarez Cascos, aunque en todo momento eludió hacer comentarios, argumentando que su papel no es el de opinar sobre las actividades privadas de los cargos públicos, sean o no miembros el Gobierno.

Ante la insistencia de los informadores, que aludieron al contraste entre la austeridad que pide el Gobierno y la parafernalia de la boda, Michavila se limitó a señalar que en las actividades particulares de los miembros del Gobierno "no se dispone de gasto público".

Igualmente, se rfirió a una pregunta del diputado socialista Carlos Sanjuán, quien se ha interesado por conocer el gasto en seguridad que ha supuesto la boda, para señalar que en su respuesta el Gobierno dejará muy claro que ese gasto es el mismo que en cualquier otro acto al que acuden el presidente del Gobierno, los ministros, los presidentes del Congreso y Senado, así como presidentes de comunidades autónomas, diputados y senadores.

"Al Gobierno", concluyó Michavila, "le corresponde gobernar, atender los muchos prblemas que tienen los ciudadanos y sobre eso es sobre lo que va a concentrar absolutamente todos sus esfuerzos. Perder el tiempo en otro tipo de valoraciones o consideraciones es exactamente eso, perder el tiempo".