Salgado criticó en este sentido los ofrecimientos mediadores efectuados por representantes de la Iglesia en el País Vasco, como los obispos Ricardo Blázquez y José María Setién. "La lucha policial no se puede deslegitimar ofreciéndose a una mediación, a mi juicio sin sentido, porque las pretensiones del terrorismo no van a abdicarpor la aplicación simplemente de unos pretendidos criterios humanistas", dijo el ministro.

Arias Salgado argumentó que "la democracia española lleva dando u ofertando soluciones políticas a los excesos de ciertos planteamientos nacionalistas vascos desde el año 1977. Se han dado amnistías, se ha hecho el estatuto de autonomía más amplio de la historia, no sólamente de los periodos democráticos españoles, sino que es una autonomía muy superior a la de los estados miembros de los estados federales".

"Por consiguiente", continuó, "se han aplicado ya las soluciones políticas y, de hecho, se continúan aplicando soluciones políticas y hoy la sociedad española, democrática, debe hacer especial énfasis en la lucha policial".