En un desayuno informativo en Servimedia, patrocinado por Red.es, Blanco analizó los datos de las últimas encuestas publicadas. Más allá de las cifras, aseguró que el PSOE está "satisfecho" con la disposición de los ciudadanos ante el Gobierno.

Esa constatación, aseguró, permite augurar que la mayoría de los ciudadanos "no van a querer volver atrás a la época de Acebes, de Zaplana y de Rajoy. No van a mirar al pasado, van a mirar al futuro, y cuando tengan que elegir entre el optimismo y el pesimiso, van a elegir el optimismo".

"La gente vota por futuro y el PP actual de Rajoy, Acebes y Zaplana es cualquier cosa menos una expectativa estimulante de futuro", sentenció.

Blanco subrayó que en los últimos meses se han publicado encuestas "para todos los gustos" pero ninguna de ellas ha situado al PP por encima del PSOE. A la vista de esa tendencia, se mostró convencido de que los socialistas ampliarán la mayoría obtenida en 2004.

De esas encuestas se desprende también, dijo con ironía, que el empate técnico "es cada vez más amplio", y se aplica incluso cuando se dan tres puntos de ventaja al PSOE. "Cuando estemos a seis puntos, que es como estamos, seguirán diciendo que es empate técnico", afirmó.

A pesar del optimismo, reconoció que las encuestas sitúan al PSOE "muy lejos todavía" de una mayoría absoluta, que se podría conseguir con una diferencia mayor de siete puntos, pero siempre dependiendo del comportamiento del electorado en cada una de las circunscripciones.

Sobre esa premisa aseguró que si el PSOE saca "un voto más que el PP" y por tanto está en condiciones de intentar formar Gobierno, dialogará con todos los partidos dispuestos a acordar políticas más allá de la aritmética parlamentaria.

No quiso hablar de posibles alianzas, pero sí aseguró que el PSOE está "globalmente satisfecho" del respaldo parlamentario que ha tenido esta legislatura. "A partir de esa experiencia, Dios dirá en función del resultado electoral".

A dos meses de las elecciones, los comités regionales han elegido ya las candidaturas del PSOE, en las que figuran todos los actuales ministros, y que deberán ser aprobadas por la Comisión Federal de Listas y luego ratificadas por el Comité Federal.

Sólo son previsibles ajustes mínimos, explicó Blanco, ya que los socialistas "no tenemos los problemas que tienen otros" para cerrar esas candidaturas, por ejemplo el PP con Alberto Ruiz- Gallardón.

En opinión de Blanco, lo relevante no es si el alcalde de Madrid finalmente va en la candidatura o no, "sino que él quiere ir para suceder a Rajoy, no para ayudarle, y que Esperanza Aguirre no quiere que vaya porque eso le quita posibilidades de suceder a Rajoy.

Por tanto, si va al Congreso de los Diputados "será malo para Rajoy porque llevará la sombra en la propia candidatura, y si no también porque muchos dirán que da la batalla por perdida".

Sobre su propio futuro, Blanco aseguró que no tiene vocación de ministro y que sus deseos no pasan por ahí. Pero subrayó, en todo caso, que no depende de él, como tampoco seguir o no al frente de la Secretaría de Organización después del próximo congreso del partido.

En ambos casos depende de más factores además de su propia disposición, precisó Blanco, que reiteró no obstante su "eterno agradecimiento" a José Luis Rodríguez Zapatero para contar con él y, por tanto, su disponibilidad en el futuro.