Lo dice Blanco en su blog personal en Internet, en el que hoy ha iniciado "la trilogía de la memoria", para responder a la "indignidad" del PP, después de que ayer el portavoz en el Senado, Pío García Escudero, acusara a Rodríguez Zapatero de buscar acuerdos con ETA mientras Joseba Pagazaurtundúa era asesinado.

Blanco recuerda que ETA decretó una tregua de siete días en junio de 1996 cuando José Antonio Ortega Lara llevaba más de cinco meses secuestrado. "El Gobierno del PP, que había llegado al poder en el mes de mayo, ya había realizado una serie de gestos previos hacia la banda tales como anunciar una flexibilización de la política penitenciaria", dice.

A esa tregua respondió el Gobierno "acercando a 32 presos etarras a cárceles próximas al País Vasco" y varios miembros del Ejecutivo hicieron declaraciones "llamando a la esperanza y al diálogo para alcanzar el fin de la violencia".

"Todo ello, pese a que ETA había realizado varios atentados mortales en las semanas anteriores a la declaración de tregua y a que, en esos mismos momentos, José Antonio Ortega Lara permanecía secuestrado en un zulo de la organización terrorista".

Blanco detalla esos hechos: el 12 de junio, libro bomba de ETA que hiere al magistrado de la Audiencia Nacional José Antonio Jiménez-Alfaro; el 16 de ese mismo mes el delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, "relaciona el reagrupamiento de presos de ETA en las cárceles del entorno de Euskadi con el intento de lograr un desenlace feliz del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, en manos de la banda terrorista desde hace justamente cinco meses".

El 18 de junio, Mayor Oreja aseguró "que la nueva política penitenciaria del Gobierno, que incluye el acercamiento al País Vasco de algunos de los etarras presos, quitará argumentos a la banda terrorista".

El 23 de junio llegó la tregua de una semana, con Ortega Lara secuestrado, y el 27 Mayor Oreja dice en el Congreso que los últimos movimientos y acuerdos entre los partidos democráticos en el País Vasco "están creando un ambiente propicio para avanzar hacia la pacificación".

El 28 de junio, sigue Blanco, el portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, "declara el apoyo del Ejecutivo al contenido del comunicado difundido el martes por la mesa de Ajuria Enea. El Ejecutivo hacía suyas así las condiciones para el diálogo de los seis partidos del pacto".

El 29 de junio, día anterior a que expire la tregua de ETA, se oficializa el anuncio de acercamiento de 32 presos, y Mayor Oreja "multiplicó, además, los gestos de apertura al diálogo y subrayó que los partidos deben desarrollar una estrategia pacificadora válida por sí misma, con tregua y sin tregua".

Los presos trasladados, recuerda Blanco, "todos ellos penados y clasificados en el segundo grado penitenciario (de dureza intermedia), se encuentran ya en cárceles de Cantabria, Asturias, Castilla-León, Aragón y el propio País Vasco".

Además, en esos días, Mayor Oreja "confirmó desde Vitoria que la política de acercamiento de los internos de ETA incluye a los 123 clasificados en el segundo grado", que unidos a los 21 que disfrutan de régimen abierto de tercer grado, "el número de internos de ETA que en meses próximos podrían albergar las prisiones vascas y las de comunidades limítrofes ronda el centenar y medio".

El secretario de Organización del PSOE prosigue recordando que el propio Mayor Oreja habló de un proceso "abierto y sin calendario" sujeto a la actitud personal de cada recluso, y aclaró que los presos de ETA "no son mercancía, sino personas".

El 29 de junio, el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, afirmó en Córdoba que "la salida de ese largo túnel de la noche del terrorismo puede empezar a vislumbrarse a corto plazo" si las fuerzas políticas democráticas continúan "por el camino de unidad y confianza mutua" que han emprendido para acabar con las acciones violentas de ETA.

Una vez concluida la tregua de ETA, el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, aseguró que el acercamiento de 32 presos "parece una claudicación ante ETA", y al día siguiente la banda terrorista atacó una casa cuartel en Navarra.

Después de detallar esta correlación de hechos, Blanco desempolva un verso de Luis Eduardo Aute y concluye: "más que náusea, dan tristeza".