En rueda de prensa en el Congreso, Aizpurúa mostró la “disposición” de negociar de su grupo hasta última hora, incluso cree que hay tiempo para que el Ejecutivo ceda y salve el “veto” que dijo impone la patronal. "Nuestra mano va a estar tendida hasta el último minuto", remarcó.

No obstante, criticó que con el Ejecutivo, en concreto con el Ministerio de Trabajo, hay "interlocución" pero "no negociación" porque no hay intercambio de propuestas, ya que han "cerrado las puertas desde el principio a poder cambiar lo que hay".

Para la portavoz de Bildu, con esta reforma acordada entre sindicatos, patronal y Gobierno “la columna vertebral sigue intacta” respecto a la que acometió el Partido Popular en 2012, por lo que “si no cambian las cosas nuestro voto será un no”.

Aizpurúa reconoció que las diferencias con la reforma laboral del Gobierno de coalición con sus socios parlamentarios van a “dejar heridas abiertas” pero eso no supondrá que, más adelante, Bildu vaya a “mantener una posición obstruccionista en ningún caso” a futuro.

“Es posible que el bloque de investidura se rompa, y si se rompe, lo que hay que hacer después es trabajar para rehacerlo, y nosotras vamos a trabajar para ello porque no creemos en el cuanto peor mejor ni en hacer política irresponsable” de rechazar “todas las leyes para que este Gobierno caiga”. “Queremos que la legislatura continúe y lo haga desde la izquierda”, afirmó.