Durante la comparecencia de Sánchez ante el Pleno del Congreso sobre la relación con Marruecos y el último Consejo Europeo, Iñarritu afeó al presidente del Gobierno sus “dificultades para centrarse en asuntos” concretos al intentar “diluirlos” con otros temas, en este caso, el sexto paquete de sanciones a Rusia en el marco de la guerra de Ucrania.

Tras esta crítica, recordó que la decisión respecto al Sahara se tomó en “solitario” y “sin informar a nadie”, lo que evidencia una falta de “lógica de Estado” por parte de Sánchez. Calificó de “chistoso” que el acuerdo hable de una relación de “transparencia” y “respeto” y acto seguido de conozca la nueva posición de España en el conflicto saharaui a través de “una filtración de la Casa Real de Marruecos”.

Iñarritu celebró que se mejoren las relaciones diplomáticas con el país marroquí, pero dejó claro que esta circunstancia no se puede producir “a cambio de vender al pueblo saharaui”, sobre todo cuando España es “el responsable del drama del pueblo saharaui”. Asimismo, preguntó al presidente del Gobierno por qué, si el acuerdo es “positivo”, lo primero que hizo fue viajar a Ceuta y cenar con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en vez de ir a los campos del Tinfud a “explicar” los términos del pacto.

“Decía que el balance es positivo, explíquenos en qué”, cuestionó Iñarritu, quien recordó que hubo informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que alertaban de que Marruecos “iba a chantajear” a España para que cambiara su posición respecto al Sahara. “¿Y qué hicieron? Cambiar su posición respecto al Sahara Occidental”, incidió.

El diputado de Bildu lamentó también que Sánchez diga que el Gobierno no aceptará que se hable de Ceuta y Melilla “como ciudades ocupadas” y asegure que Marruecos “merece la misma consideración”. En este sentido, pidió al presidente “reconocer que el Sahara es un pueblo ocupado” y aclarar si está “en duda” la soberanía de las ciudades autónomas.

Por último, recordó que, como consecuencia de este acuerdo, el embajador de Argelia no ha regresado todavía a España, la situación del gas “está en duda” y existe un “boicot” en el país africano a la compra de producto españoles. “Parece que ha habido un error de cálculo geoestratégico”, concluyó.