En rueda de prensa convocada para explicar lo tratado ayer en la primera reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE tras las vacaciones, Benegas confirmó que Alfonso Guerra expuso durante la reunión un análisis electoral basado en macrosondes encargados por esta formación en los últimos meses.

El "número tres" socialista reveló que esos sondeos demuestran un "ligero descenso" del PSOE y un "ligero aumento" de IU y el PP, pero se negó a ser más explícito. Al ser preguntado sobre qué entiende por "ligero", respondió: "ligero es pequeño".

Las palabras de Benegas vienen a confirmar, en parte, datos ofrecidos por diversas formaciones políticas, e incluso alguna encuesta oficial, que pronostican un descenso del PSOE cercano al 2 por cient respecto a 1989 (lograría el 37 por ciento), mientras que el PP ya habría superado la barrera del 30 por ciento (hace tres años obtuvo sólo el 25,84) e Izquierda Unida estaría cercana al 11 por ciento del voto (frente al 9 por ciento anterior).

Pese a estos datos, que depararían una mayoría minoritaria (por debajo de los actuales 175 escaños), el PSOE parte del hecho de que "queda un año para finalizar la legislatura". Por lo tanto no habrá adelanto de los comicios y cree que "mantiene todavía y pued mantener" al final de 1993 la mayoría social de voto que obtuvo en las elecciones de 1989.

El PSOE, explicó Benegas, confía en que, lograda esta mayoría social, pueda desarrollar "de manera autónoma" el proyecto socialista, en claro rechazo a un hipotético gobierno de coalición con nacionalistas vascos y catalanes, como se ha venido especulando en los últimos meses.

"Con apoyos parlamentarios", matizó Benegas, "con diálogo parlamentario, pero sin acuerdos que puedan desvirtuar lo que es el progrma socialista. Es decir, sin fórmulas de gobierno que desvirtúen lo que es el programa socialista".

El llamado sector "guerrista" del PSOE ha venido descalificando más o menos públicamente (declaraciones de Rodríguez Ibarra) un pacto con los nacionalistas catalanes y vascos con el argumento de que estas formaciones apuestan por quien está en el gobierno en cada momento.

Un pacto con ellas, dicen los "guerristas", desvirtuaría, por las cesiones que habría que hacer a Cataluña y el País Vasco, el poyecto del PSOE, basado en la solidaridad entre regiones "ricas" y "pobres".

"EL CANDIDATO ES GONZALEZ"

Por otro lado, José María Benegas desmintió algunas informaciones publicadas hoy, según las cuales en la reunión de ayer de la Ejecutiva Federal varios de sus miembros, incluido él, dejaron traslucir a Felipe González una sensación de incertidumbre por no saber todavía si va a ser el candidato del PSOE en las próximas elecciones.

Esta incertidumbre viene abonada por declaraciones de dirigente de distintas familias del socialismo, como las del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, alineado con el "guerrismo", para quien el sustituto de González (él aboga por Guerra) será "mejor" que el actual jefe del Ejecutivo.

Otra miembro de la Ejecutiva socialista, la "histórica" Carmen García-Bloise, decía ayer, horas antes de entrar a la Ejecutiva: "Es comprensible que Felipe esté cansado, pero no tiene derecho a decirlo".

Hoy, Benegas explicó que ayer no se debatió quién va a ser l candidato socialista y añadió categóricamente: "Entre otras cosas porque no lo estamos discutiendo en el partido. El candidato, para el partido, es Felipe González".

"Hubo una alusión de Felipe González (en la Ejecutiva) a que no debe ser a discusión del partido los temas que nos pueden separar en estos momentos, que son menores, sino los problemas del país", concluyó al respecto. Todo lo que no sea eso, añadió, es "moverse en el terreno de las apreciaciones personales y las incertidumbres".