Belarra marcó así distancias con el PSOE en un acto de precampaña electoral en Madrid que comenzó elogiando a los candidatos de Unidas Podemos a las autonómicas y a la alcaldía de la capital, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, y prosiguió resaltando la importancia de la Ley de Vivienda, una apuesta de Podemos y suya personal que el partido espera rentabilizar en la cita electoral del 28 de mayo.

“Nadie había hecho nunca nada para que ese derecho se hiciera efectivo”, resaltó sobre el acceso a una vivienda digna que reconoce la Constitución, lamentando que hasta ahora el sector “ha sido un gran negocio sostenido por un consenso político del pelotazo, de la liberalización salvaje del suelo”. “En este consenso estaba el Partido Popular pero estaba también el Partido Socialista”, puntualizó, afirmando que una ministra socialista, María Antonia Trujillo, llamó a acelerar los desahucios en la crisis financiera de 2008.

Belarra se jactó de haber roto ese consenso con la ley que, dejó caer, hará preguntarse a muchos votantes del PP por qué los alquileres se regulan en otras comunidades y no en la de Madrid si el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no declara las zonas tensionadas que la norma le faculta para poner un tope a la subida del alquiler.

Ahora bien, añadió arrimando el ascua a su sardina, “cuando se apaguen las luces de la campaña electoral, las únicas personas que se van a dejar la piel para que se cumpla la Ley de Vivienda son Alejandra y Roberto”. Personalmente, ella misma quiso hacer una “declaración de compromiso público”, que, igual que su generación heredó de la anterior el derecho a una sanidad pública, se va a “dejar la piel” para que el “legado” de su generación a las próximas sea el derecho a la vivienda.

El segundo tema que quiso tocar es, en la línea de su predecesor, Pablo Iglesias, que “la verdad es la condición de posibilidad para poder transformar las sociedades”, y como verdad quiso presentar el habitual ataque de Podemos a los grandes empresarios, enlazándolo con la manifestación de ayer por el Primero de Mayo, en la que participaron ministros y dirigentes socialistas y representantes de Más Madrid además de Unidas Podemos.

SINDICATOS Y EMPRESARIOS

“Ayer todos los partidos progresistas se apuntaron a acompañar a los sindicatos”, atestiguó, para acto seguido preguntar quién se había atrevido, más que Podemos, a decir que esos grandes empresarios “se están forrando” y que “le tienen que pagar más a la gente”. Así, tachó de “indecente” que Inditex, con sus beneficios millonarios, no pague más a sus empleadas y “le tengan que hacer una huelga” para conseguirlo.

Belarra entroncó así, sin citarla, con la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que también exigió a la patronal pactar con los sindicatos una subida salarial. Y, como Díaz, la líder de Podemos también reclamó “abrir el debate sobre la jornada laboral” y reducirla.

Seguidamente, Belarra hizo referencia a la reunión que ‘El País’ ha desvelado que tuvo el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con la Asociación de Fiscales, y de lo que se ha publicado interpretó que los populares “van a derogarlo todo si gobiernan, van a echar atrás todos los avances de este Gobierno”.

Eso sí, con otro mensaje al PSOE: que “a estas derechas que están asalvajadas sólo se les frenará con más derechos” y no “siendo timoratos, con una actitud como la que demasiadas veces tiene el PSOE”.

Por último, aseguró que hay una ‘Operación Madrid’ que pretende “dejar fuera de las instituciones a Podemos” para “blindar a la señora Ayuso”, por lo que un Unidas Podemos “muy fuerte es la única posibilidad de sacar a la derecha de las instituciones”.

"UNIDAD"

Justo antes que Belarra, tomó la palabra el coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien acusó a Ayuso de “manosear el concepto de libertad” porque, a su juicio, sólo se es libre con unas condiciones materiales mínimas que garantiza lo público. Lo hace, cree, porque el PP se dirige a “un pequeño grupo de la sociedad”, y, en otro orden de cosas, niega la evidencia del calentamiento global.

Al dar paso a Belarra, describió a Podemos como “un partido fundamental en el presente y en el futuro de nuestro país” con el que seguirá “trabajando juntos por mucho tiempo más”. Algunos espectadores empezaron a corear “unidad, unidad”, en probable alusión a la eventual coalición con Sumar, y la ministra de Derechos Sociales se unió a la reclamación desde el micrófono.