En una rueda de prensa en el Congreso en la que se estrenó tras su desempeño ministerial como portavoz de Podemos, Belarra insistió en que “Podemos va a desplegar totalmente su autonomía política”, después de que el PSOE haya “cometido un grave error rompiendo el bloque democrático” dejando a su partido fuera del Gobierno.

“Podemos va a utilizar su autonomía política con nuestros votos y nuestra voz, que es lo que tenemos”, subrayó. Fuentes del partido señalaron expresamente los Presupuestos como el primer jalón, resaltando que los votos de los cinco diputados de Podemos serán decisivos. No aclararon si reclamarán una interlocución directa con el PSOE, pero sí que no tendrán problema en votar en contra, incluso frente a la mayoría de investidura con ERC y EH Bildu incluidas, si no se atienden sus reclamaciones.

Belarra se declaró partidaria de “mejor convencer que imponer”, y en este sentido en Podemos no descartan persuadir a parte de los diputados de Sumar, muchos de los cuales considera que están en contra de la línea que está imprimiendo Yolanda Díaz, para recuperar su preponderancia en el espacio, muy debilitada por el acuerdo de coalición y el reparto de portavocías en el Congreso y de ministerios en el Gobierno.

“No descarto que Sumar nos eche del grupo parlamentario”, insistió Belarra, repitiendo el mensaje que lanzó ayer, dado que Podemos aspira a “recuperar la fuerza política” que tenía antes del acuerdo con Sumar y que “servía para transformar con valentía nuestro país”.

"OTRA PANTALLA"

Lo que sí dio por imposible es una reorganización de los papeles en el grupo parlamentario que otorgue a Podemos más voz y que permitiera la reconciliación con Sumar. “Estamos ya en otra pantalla, todas las cartas están boca arriba. Si se valorara la aportación de Podemos se habría contado con Podemos para el Gobierno de España”, desechó, reiterando que Podemos “va a aportar sus votos y sus capacidades para las transformaciones sociales”.

Para Belarra, “es un error entender que lo que ha pasado es una cuestión de afinidad personal”, como la que no tienen las líderes de Podemos con Yolanda Díaz. En su opinión, como viene manifestando en los últimos días, se trata de “una operación de intento de sustitución de Podemos por una izquierda que sea más cómoda” y que permita “un Gobierno en el que sólo manda Sánchez”, como cree que es el actual con Sumar.

En Podemos consideran que es tener voz en el Congreso lo que más temen los socialistas, porque así marcan la diferencia y lo que el PSOE supuestamente se niega a hacer, mucho más después de haber pasado por la experiencia del Ejecutivo, en la que el partido terminó arrastrando al socio mayoritario a la Ley de Vivienda y el tope al precio del gas.

Belarra, de hecho, estrenó su portavocía criticando el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Israel, del que denunció que “puede servir para blanquear a [el primer ministro israelí, Benjamin] Netanyahu”. A su entender, “donde debe viajar es a Bruselas”, que es “donde se toman las decisiones para que se puede presionar” al mandatario israelí, como las “sanciones económicas ejemplares”, el embargo de armas o la “suspensión definitiva o temporal de las relaciones diplomáticas con Israel”. Según dijo, la gente ya está “cansada de que la Unión Europea no haga nada mientras se está cometiendo un genocidio”. “Necesitamos acciones concretas y se toman en Bruselas”, sentenció.

La líder de Podemos también arremetió contra la “criminalización” de activistas contra el cambio climático, cuando son “mucho más peligrosas las consecuencias” del mismo y “deberíamos hacerles caso”. En cuanto al horizonte electoral en Galicia y el País Vasco, comunidades en la que Sumar registró ayer su marca, Belarra dijo que las decisiones sobre posibles coaliciones “están en manos de las direcciones autonómicas” de Podemos, de las que se mostró convencida de que “llegarán a los mejores acuerdos”, siempre dentro del criterio propuesto por la dirección y refrendado por las bases de que se firmarán coaliciones “cuando sea útil para mejorar la vida de los ciudadanos” y siempre que las listas se configuren con primarias y sin vetos personales.