Según esta investigación,que ha realizado un seguimiento de 21.000 niños y niñas de todo el mundo durante siete años,la estación del año en que se produce el nacimiento puede dar lugar a importantes variaciones de peso ylongitud en los recién nacidos, e influir sobre la estatura y desarrollo intelectual durante la infancia.

Los investigadores realizaron mediciones físicas y exámenes de las habilidades intelectuales y motricesde los participantes en el estudio poco después de nacer, a la edad de ocho meses, cuatro años y siete años, y observaron que los que habían nacido en invierno y primavera fueron bebés más largos. A la edad de siete años, estos niños eran más altos, pesaban más y obteníanmejores resultados en los tests de inteligencia.

Ello podría deberse a que la estación del año influye sobre la dieta, la exposición a la luz solar, a virus e infecciones de la madre, lo que a su vez parece influir sobre el desarrollo del feto.

El estudio que publicará la revista "Schizophrenia Research", concluye que los niños nacidos en invierno y primavera son más altos e inteligentes, y es el más amplio de una serie de proyectos mundiales cuyo objetivo es evaluar el efecto de la fecha de nacimiento en la salud, longevidad, y desarrollo físico e intelectual humano.