La entidad que preside José María Amusátegui ha indicado en una nota de prensa que este descenso en los beneficios "se explica principalmente por el esfuerzo en la política de provisiones realizada en el Grupo, así como por el menor importe de los resultados por operaciones financieras".

Paralelamente, la entidad ha destacado un "significativo aumento" en el resultado de exploación, con el 12,9 por cien, para llegar a los 102.476 millones. Esta mejoría se ha logrado gracias a una reducción de los costes de explotación del 4,5 por cien, que arranca de una clara reducción de los gastos de personal, que pasaron de 181.709 millones en 1993 a 169.654 millones en 1994.

Las provisiones brutas realizadas por el BCH en 1994 ascienden a 166.345 millones de pesetas, lo que representa un crecimiento del 18,8 por cien, y eleva la cobertura de los créditos dudosos del 66 al 75 por cien. Paralelamente, la tasa de morosidad del banco se ha situado en el 6,4 por cien del total del crédito, mientras las recuperaciones llegaban a los 39.228 millones, un 48,4 por cien por encima de 1993.

Los beneficios por operaciones financieras se han reducido en 1994 a 2.014 millones de pesetas, por efecto de las pérdidas registradas en los mercados de deuda. El capítulo "otros resultados" se redujo un 34,4 por cien, quedando en 68.898 millones, debido al "proceso de racionalización de las inversioes industriales y financieras del Grupo".

El coeficiente de solvencia del BCH a finales del año pasado se situaba en el 10 por cien, despues de reforzar sus recursos propios en unos 100.000 millones a través de una serie de emisiones.