Esta es la principal conclusión del informe trimestral ‘Situación España’ que presentaron este jueves por el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia; con el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech, y el economista jefe para España, Miguel Cardoso.

Según Doménech, el mantenimiento de las previsiones para 2022, se produce porque el “error” de previsión en el primer trimestre se ha visto compensado con los “últimos datos conocidos” sobre las previsiones para el segundo y tercer trimestre de cómo impactaría la guerra en Ucrania, pues esperaban “un mayor impacto a corto plazo”.

De esta manera, apuntó que la previsión de crecimiento de 0,6 en el PIB en el segundo trimestre está “muy por encima de las previsiones que teníamos hace tres meses”, lo que “son buenas noticias” y se traducen en que la economía española “está aguantando mucho mejor de lo que se preveía el impacto de la guerra de Ucrania”. Para el tercer trimestre, la previsión de crecimiento es de 0,4 puntos en el PIB.

No obstante, advirtió de que prevén una “desaceleración intensa” de cara a finales de año, provocada por el “agotamiento del impacto positivo de la vacuna y la eliminación de restricciones”, así como de una “elevada incertidumbre sobre la disponibilidad de gas en algunos países europeos”.

La previsión de BBVA Research es que la caída de la actividad económica sea de 0,3 puntos en el cuarto trimestre de 2022 y de 0,2 puntos en el primero de 2023. Para Doménech, no obstante, se tratará de una contracción “de las más suaves en la historia económica de los últimos 40 o 50 años”.

Así, los riesgos para 2023 pasan por el menor crecimiento de la eurozona, que impactará en una caída de las exportaciones de hasta tres puntos porcentuales. La caída afectaría especialmente a la industria, pero también al turismo.

También hará disminuir 0,4 puntos el PIB de 2023 el “entorno de mayor incertidumbre”, que afectará al consumo privado. Doménech destacó que el ahorro embalsado durante la pandemia sigue en “promedios históricos”, cercanos a los 80.000 millones de euros, algo que señaló como uno de los elementos que les viene “sorprendiendo”, ya que se están afrontando los “flujos de consumo” con los ingresos de las familias, aunque se espera un “cambio” en lo siguientes trimestres.

Por otro lado, la subida de tipos de interés tendrá un impacto acumulado entre 2022 y 2023 de un punto en el PIB. Esta medida aumentará la “carga financiera” de hogares y empresas, lo que reducirá los “recursos disponibles” para el consumo y la inversión.

MERCADO LABORAL

Los economistas también realizaron una primera valoración del comportamiento de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que entró en vigor el pasado mes de abril, aunque Doménech comentó que se tendrá que realizar una evaluación “más completa” pasados varios trimestres.

El responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech, destacó que los aumentos de afiliación a la Seguridad “se han ido traduciendo en un crecimiento menor del PIB” y una posible explicación es que “en términos de horas trabajadas podría ser menor”. “En parte tiene que ver con en los contratos a tiempo completo y a tiempo parcial, los trabajadores fijos-discontinuos tienen una intensidad menor que otros tipos de contrato”, explicó.

Preguntado por el comportamiento del mercado laboral, para fin de año, cuando prevén un retroceso en la economía, Cardoso apuntó que no esperan que se destruya “tanto empleo como uno supondría de acuerdo a situación que ha vivido en anteriores ocasiones la economía”, por lo que prevén un “estancamiento” en el cuarto trimestre de 2022 y en el primero de 2023 y un impacto “moderado” sobre el empleo.

Jorge Sicilia destacó que esta reforma “nos ha acercado más a que haya menos horas trabajadas”, por lo que “igual nos acercamos al comportamiento de otras economías como Alemania en un proceso de desaceleración económica”.