Según un informe sobre la inmigración n España realizado por el Servicio de Estudios de la entidad, de acuerdo con proyecciones de la ONU, en 2050 España habrá perdido más de nueve millones de habitantes, y la tasa de dependencia superará el 50%, es decir, habrá más mayores de 65 años que personas en edad de trabajar, frente al 24,5% que tiene en la actualidad.

El banco recoge datos del Instituto Nacional de Estadística, según los cuales, en el año 2010 España empezará a reducir su población total, y en el 2005 se iniciará un descenso e el número total de personas con edad de trabajar.

La entidad señala que, cambiar la piramide de población requiere elevar la tasa de fecundidad o aumentar el flujo de inmigrantes, dado que la otra varioable demográfica clave, la esperanza de vida al nacer, continuará aumentando.

BBVA señala que, aún tomando medidas para elevar la natalidad en España, se necesitaría más de una década para torcer la tendencia, e incluso apunta que la falta de mano de obra que se prevé a medio plazo empieza yaser patente en algunos sectores como el campo, la hostelería y la construcción. El motivo es la poca movilidad geográfica y funcional de los españoles y la restricción al flujo de inmigrantes.

El banco señala que "la inmigración ayudaría a mitigar el problema del descenso de población, pero no lo resolvería, a menos que se permitiera la entrada de un volumen muy elevado de inmigrantes, unos 5 millones inicialmente", lo que la entidad ve "a todas luces inviable social y políticamente".

Según u estudio, considerando las proyecciones de población del INE, "mantener la tasa de dependencia en los niveles actuales requeriría unos flujos migratorios medios en el entorno de las 300.000 personas", cuando el cupo legal actual es de 30.000, diez veces menos.

Para los expertos del banco, "estos flujos son tan elevados que es difícil que se realicen a corto plazo", pero advierten que el problema es tan importante, y las soluciones tan apremiantes, que las fuerzas políticas y los agentes sociales deerían consensuar medidas para fomentar la natalidad y la inmigración.

No obstante, BBVA señala que esas medidas deben complementarse con otras, como aplazar la edad de jubilación, incentivar la formación de los parados y trabajadores que están próximos a su edad de jubilación y flexibilizar el mercado de trabajo para reducir tensiones salariales cuando se produzcan desajustes entre la oferta y la demanda de empleo.

El director del Servicio de Estudios de la entidad, Miguel Sebastián, señaló qe las primeras tensiones de mano obra en el mercado laboral español pueden darse a partir de tasas de paro del 12%.