Así lo señala en un documento remitido a la autoridad de los mercados estadounidense, SEC por sus sigas en inglés, y consultado por Servimedia en el que el banco también avisa de que puede retirar la oferta si antes de finalizar el plazo de aceptación, Competencia no hubiera dado su autorización expresa o tácita.

Asimismo, BBVA reconoce que, si no obtiene ciertas autorizaciones regulatorias a la opa sobre el Banco Sabadell, “la situación financiera y los resultados” de la operación podrían verse afectados “negativamente”.

Señala que la oferta está condicionada a la obtención de autorización por varios organismos sobre competencia como es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en España, la equivalente de México, la estadounidense, la francesa, la portuguesa y la marroquí. La opa también está sujeta a la autorización de otros organismos como el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o la Dirección General de Seguros.

Por otra parte, el banco también reconoce que, dado que el canje está fijado, “es probable que fluctúe” el valor de las acciones de BBVA que el accionista de Sabadell reciba. Así, agrega que, dado que “no habrá ajuste en la ecuación de canje”, el valor de las acciones de BBVA que se entreguen podría ser “considerablemente mayor o menor” que cuando se determinó el cambio. Reconoce que los cambios en las operaciones y perspectivas de ambas entidades, las condiciones del mercado y de la economía así como otros factores dentro o fuera del control de BBVA y Sabadell “pueden alterar significativamente” el valor de las compañías cuando la opa se complete.

Asimismo, la entidad admite que, dado que no ha tenido acceso a toda la información del Sabadell, su capacidad para precisar las pérdidas, costes y otros pasivos es “limitada” y ha hecho sus cálculos utilizando únicamente información pública, sin acceder a información no pública. Al respecto, BBVA deja claro que es posible que no haya descubierto pasivos o contingentes que podrían impactar en el negocio de BBVA y considera que la omisión en esta oferta de esa información no pública puede resultar en más dificultad para decidir la aceptación o no de la opa.

Igualmente, añade el riesgo de que BBVA pueda no aprovechar plenamente todos los beneficios y sinergias esperados una vez que se complete la opa y que las incertidumbres asociadas a la oferta puedan provocar una pérdida de empleados.