LA BASE ESPAÑOLA EN LA ANTARTIDA YA PUEDE MEDIR LA CONTAMINACION QUE GENERA
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La base antártica española "Juan Carlos I" cuenta ya con una estación de sensores de contaminación con medida automática para valorar el impacto ambiental que la propia base produce en su entrno.
Además, la instalación española, situada en la isla de Livingston, ha ampliado su infraestructura con un nuevo generador eólico y se ha realizado el aislamiento térmico para evitar que los efectos climáticos, especialmente adversos durante el periodo invernal, dejen fuera de servicio algunas de sus instalaciones.
La base "Juan Carlos I" se encontraba al inicio de la campaña de investigación Antártica 93/94 en buenas condiciones de conservación, ya que todas sus estructuras habían aguantado e rigor invernal, con temperaturas exteriores de hasta -34 grados centígrados e interiores de -14 grados centígrados.
El sistema de energía eólica que se había instalado ha seguido funcionando desde entonces, lo que ha permitido obtener datos científicos en meteorología y sismología durante el período que la base permaneció cerrada. Sólo algunas baterías habían quedado fuera de servicio por efectos de la congelación.
La citada campaña, que constituye la séptima, se inició el pasado 27 de noviembrey se integra en el Programa Nacional de Investigación en la Antártida del Plan Nacional de I+D. Finalizada la primera fase de trabajos, durante estos días se procede al relevo de equipos científicos para empezar la segunda fase de la campaña que durará hasta el próximo mes de febrero.
En esta expedición participan un centenar de investigadores que realizan actividades en la base "Juan Carlos I", en la isla Decepción y a bordo del buque oceanógrafico "Hespérides".
En la primera fase se ha trabajad por primera vez en la detección de contaminantes en el hielo, en paleomagnetismo y en los factores que influyen en la formación del permafrost (suelo helado). Para la realización y toma de muestras de estos proyectos ha sido necesaria la utilización de motos de nieves, que la base posee en un refugio localizado al pie del glaciar.
Por su parte, en la isla Decepción permanecen dos grupos de investigadores, alojados en el refugio español "Gabriel de Castilla", que prolongarán sus trabajos sobre sismoloía y etología de los pingüinos barbijos hasta el mes de marzo.
En el buque "Hespérides" se ha realizado un proyecto de geología marina y se ha podido ampliar los estudios geofísicos y muestrear estaciones que no estaban previstas en principio.
Durante esta campaña, que durará hasta el próximo mes de marzo y dispone de un presupuesto de 300 millones de pesetas, se mantiene la colaboración iniciada en campañas anteriores con países que tienen bases científicas en la Antártida.
(SERVIMEDIA)
11 Ene 1994
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