Esta inaguración se produce un mes antes de que se inicien los actos conmemorativos del centenario de su nacimiento, el 9 de enero de 2002.

En la solemne concelebración litúrgica participaron junto a cuarenta sacerdotes, Ambrosio Echevarría, obispo emérito de la Diócesis e impulsor de la construcción del templo, n 1995, y el Prelado del Opus Dei, Javier Echevarría.

En la homilía, Juan José Omella se refirió al beato Escrivá como "barbastrense universal, que siguió las huellas de Cristo proclamando y viviendo la llamada universal del Señor a la santidad", y manifestó su alegría y agradecimiento "por la consagración de este templo".

Para Omella, un nuevo templo "nos recuerda que Dios está en medio de su pueblo, que le acompaña en su peregrinar diario, que sufre y goza con los sufrimientos y gozos de su puelo. Cada vez que se construye un templo, Dios se hace presente en la ciudad de un modo nuevo".

El obispo afirmó que "una sociedad tan secularizada como la nuestra necesita signos de la eternidad, de lo no caduco y pasajero, signos que le recuerden que hay una presencia amorosa que lo invade todo, lo penetra todo y lo transciende todo".

En la unción del altar y los muros de la iglesia participaron los tres obispos, seis arciprestes de la Diócesis, un representante de las órdenes religiosas, y otro sacerdotes, en un acto que contó con la asistencia de más de mil personas.

En los dos altares se han colocado reliquias de San Ramón, patrono de Barbastro; del beato Florentino Asensio, obispo mártir de Barbastro, y del beato Josemaría.

La construcción del templo se debe al arquitecto Heliodoro Dols, que ha realizado una iglesia en forma de abanico, con perfil cilíndrico, en la que destaca la estructura de la torre de 31 metros con ligera inclinación hacia el centro de la planta.

El crucifio situado en el centro del altar es obra del escultor Agustín de la Herrán, autor del retablo situado en el presbiterio, en el que destacan la Virgen del Pilar, el beato Josemaría y los santuarios del Pilar y Torreciudad.

El nuevo complejo parroquial soluciona las necesidades planteadas en un sector de notable crecimiento, en el que viven 2.400 familias y unos 6.500 habitantes. Una expansión demográfica que contrasta con las instalaciones actuales de la Parroquia de San José, inauguradas el día 1 de diiembre de 1975, cuando en la parroquia sólo vivían 450 familias.

Esta primera iglesia dedicada en España al beato barbastrense se suma a otras muestras de una amplia devoción en el mundo, que incluye otras iglesias y capillas en lugares como Roma, Washington, Caracas o Cañete, en Perú, y Morisca, en Polonia.