El secretario general del Popular, Manuel Martín ha rechazado rotundamente esta operación en declaraciones a Servimedia. Martín ha repetido que "aunque no rechazaríamos ningún 'mirlo blanco", cualquieroperación de adquisición o fusión debería hacerse, según la estrategia del banco, sin hostilidad, manteniendo el Popular la gestión y con total transparencia.

El Popular ha lanzado, pues, el aviso de que quieren crecer. Un mensaje que, como reconocen, tiene como primer destinatario a sus empleados y su propia red, a través de la que quieren impulsar esta estrategia, y a la que quieren dar nuevos ánimos en un contexto competitivo bancario en el que la dimensión y el aumento de cuota de mercado se está onvirtiendo en un dogma.

Las grandes líneas del crecimiento al que aspira el Banco Popular se centran en una política de impulso de lo que "siempre hemos venido haciendo", que deberá traducirse en un aumnento del crédito y de los activos del banco. "Si el pasado año crecimos en torno al 9%, pediremos a nuestros empleados que este año el crecimiento se acerque al 12%", ha afirmado Manuel Martín.

Como ejemplo, el Banco Popular destaca la política de ofrecer paquetes de servicios a colectivos bien efinidos. Actualmente, esta línea de negocio ha llevado a esta entidad a mantener acuerdos de este estilo con 300 colectivos profesionales. "Sólo en este ámbito podemos crecer en torno a un 10%", señaló Manuel Martín.

En cuanto a la red de oficinas, el Popular acometerá un plan de reorganización que supondrá el cierre de algunas de ellas, las menos rentables, y la potenciación de otras, así como la apertura de nuevas sucursales en lugares con potencial de desarrollo. Como consecuencia de esta proceso e llegará a una saldo de oficinas que superará el actual de 1.800, "aunque el aumento no será significativo".